Salatul fatih

Salatul fatih
Oh Allah bendice a nuestro Maestro Muḥammad, el que abre lo que está cerrado y sella lo que le ha precedido, aquel que hace triunfar a la Verdad por la Verdad, el guía hacia el camino recto, y a su familia, conforme a lo que merece su categoría y su inmenso alcance

miércoles, 20 de julio de 2011

Badr, Islam, América y la enfermedad de los musulmanes




Fragmentos del sohbet de Sheij Abdul Kerim Effendi del Viernes, 6 de RabiulAhir, 1432 (11 de marzo de 2011)


Bienvenidos sean todos.

Evet.

Un día más. Gracias a Dios que hoy es Viernes.

¿Ah? ¿Quién?  ¿Qué es eso [-viernes-]?

Despierten de Gaflet -ghaflat- [la necedad].  ¡Oh Musulmanes! Los musulmanes han caído en un muy gran problema.  Un gran problema es el que tienen. Su problema es qie han caido en Gaflet. En un estado de necedad.

“Oh, ¿cómo podría ser? Hacemos nuestras oraciones (salats).”

Heh, no te preocupes, Sheytan no va a venir a ti por ese lado para que te detengas en tus oraciones.  Sheytan trata de poner el gancho a la gente para que sean necios.

Apaguen sus celulares. Cierren sus celulares.  Desconéctenlos.  Mantengan afuera sus negocios.  Éste no es un lugar de negocios.  Si eres tan importante ahora y esperas una llamada, ¡afuera!.  Eso significa que tu cuerpo está aquí pero tu corazón no está aquí.  No vas a escuchar nada.  No vas a comprender nada.  Trae tu cuerpo y tu espíritu aquí y deja a tu Sheytan afuera.

Digan: Euzubillahi Min al-Sheytan al-Rejim. BismillahirRahmanirRahim. Y nuestro Profeta dice (AS): Oh mi Nación, renueven su fe.  Renovamos nuestra fe diciendo: Ashadu an la ilaha il-Allah, wa Ashadu anna Muhammadan Abduhu wa Rasuluhu.




(...)

La Batalla de Badr

Como el Santo Profeta lo dijo, lo mencionó en un Hadith-i-Sharif, dice: en Akhir Zaman, en el final de los tiempos, mi nación va a caer tan bajo que su enemigo va a mirarlos y los van a considerar como si fueran nada.  Y el enemigo va a entrar en ellos y van a tomar sus cosas valiosas.  Se van a sentar en sus mesas y van a comer su comida.  Y mi nación no va a ser capaz de hacer nada en ese entonces.  Y (sus Compañeros) le dijeron: Ya Rasulallah, Oh Mensajero de Allah ... porque los Sahaba-e-Kiram sabían que ellos eran sólo unos cuantos.  Un puñado de gente. La primera guerra, la Guerra de Badr, sólo 313 personas fueron al jihad.  Y frente a ellos hay cerca de 3,000 personas.  3,000 soldados bien entrenados, que tienen las mejores armas de su tiempo en sus manos.  Y los Sahabi [los Compañeros del Profeta saaws] no tenían nada en sus manos. Muchos de ellos ni siquiera tenían una espada en sus manos.  Sólo agarraban una piedra, una vara, algo, y fueron allí, sus corazones hablaban.  Fueron a la guerra contra ellos. ¿Cómo crees que acabó esa guerra?  ¿Qué pasó con esa guerra, sabes lo que ocurrió?

Los musulmanes no conocen su historia

Los musulmanes están durmiendo porque no conocen su historia.  Ésta es la historia del Islam.  Debes saberla.  Si no sabes esa parte, ¿cómo vas a mantener fuerte el crecimiento de tu fe?  Pero cada uno de ellos, conoce la historia de su país.  Si le preguntas a los pakistaníes, dicen: somos una nación diferente.  Nos separamos de India.  Y, tenemos una bomba atómica.  Podemos acabarlos.  Mashallah. Qué necedad es también ésa. Hm?  Los árabes se lanzan gruñidos entre sí.  ¿Los turcos?  Ni siquiera hables de eso.  Se volvieron más necios que todos los demás.  Porque en turco hay un dicho: el pez, huele desde la cabeza.  Si la cabeza huele mal, el cuerpo entero no está bien.  Así que los turcos estaban sosteniendo la bandera del Islam y sostenían la espada del Islam.  Y la dejaron caer.  La pusieron abajo. 

¿Por qué?  Quisieron convertirse en occidentales.  Amaban las ideas occidentales.  Quisieron volverse en seres libres.  Y fíjate en ellos.  Así es, fíjate cómo están hoy en día.  Están cayendo al nivel más bajo.  Zimbabwe es mejor que ellos.  Y porque digo esto ellos me ponen en prisión en Turquía (1).  Voy a continuar diciéndolo, así es.  Heh, ¿crees que puedes detenerme?  Cierto, no puedes.

Los musulmanes dejaron caer la bandera del Santoo Profeta (AS)

Hakk [Haqq, la Verdad], debes hablar Hakk, no interesa [lo que digan o hagan en contra].  ¿Molesta?  Por cierto que me molesta.  También deberia estarles molestando a ustedes.  Porque Allah (SWT) nos ha honrado, nos ha dado el honor del Islam, de que los musulmanes porten la bandera del Profeta (AS).  Para llevarla por doquier.  Pero la hemos puesto abajo.  La hemos puesto abajo a causa de nuestros razonamientos egoístas.  Camos en los trucos y trampas del Sheytan.  Y seguimos nuestro ego.  Y eso es lo que nos ha ocurrido hoy en día. 

Y hasta buscamos ayuda de ésos que se están preparando para acabarnos por completo. Así es.  América, libertad, ¿no?  Fíjate lo que debaten hoy en día.  ¿Dónde?  En Washington.  ¿Deberíamos poner a los musulmanes en campos de concentración?  Esto es lo que están debatiendo.  ¿Deberíamos ponerlos en una esquina y poner soldados alrededor de ellos? Hm para ti.  ¿Vas a poner el Islam en esa esquina? Hm. ¿Crees que el Islam está en las manos de criaturas?  ¿No has observado la historia?  ¿Cuántos Abrahas, cuántos Nimruds, cuántos Firauns, cuántos tiranos vinieron antes que tú?  ¿Tratas de acabar con el Islam?


¿Qué les ocurrió a ésos?  Observa la historia.  Tu fin será el mismo.  Si no te vuelves y aceptas al Más Amado en la Divina Presencia, Muhammad (AS). (Sheij Abdul Kerim Effendi se pone de pie).

Allahumma Salli Ala Sayyidina Muhammad (Salatu wa Sallim).

Dos enfermedades han entrado al corazón de los musulmanes

Así es, nos ponemos de pie por su honor, así es.  Y los necios de entre los musulmanes, nuevamente, van y suplican de ésos, diciendo: 'no, nosotros no somos así, no somos terroristas'.

Diles: así es, no somos terroristas, pero ustedes sí lo son.

Si ves vas a ir a verlos, háblales y diles: no somos terroristas pero ustedes sí lo son.  Están haciendo terrorismo por doquier.  De las casas individuales a las naciones.  Ustedes son los terroristas. Díganlo.  Pero no.  Los líderes musulmanes han caído.  ¿Han caído en qué? 

Como el Santo Profeta dice (AS) llegará el tiempo en que mi Nación caerá y se volverán necios y sus enemigos ingresarán y tomarán toda cosa valiosa que tengan y no podrán hacer nada al respecto.  Así que los Sahabi le preguntan y le dicen: Ya Rasulallah ¿su número en ese entonces será menor que el nuestro ahora?  Porque los Sahaba-i-Kiram observaron, 300 Sahabi ganaron sobre 3,000 enemigos fuertes.  Y le dicen: Ya Rasulallah, los musulmanes van a ser menos que nosotros en ese tiempo, y sus enemigos se van a multiplicar.  Pero el Santo Profeta les dice: no, ocurrirá más bien lo contrario.  Su número va a ser muy grande. 

Pero dos clases de enfermedades van a entrar en sus corazones.  Una es la enfermedad del amor a Dunya, el amor a este mundo.  Este amor va a entrar en sus corazones.  Y lo segundo: el temor a la muerte va a entrar en sus corazones. Y cuando estas dos enfermedades entren en sus corazones, Allah (SWT) retirará de ellos las apariencias majestuosas del Islam.  Cuando su enemigo los observe, dirán: son un montón de gente pasiva buenos para nada. Y no tendrán ningún temor de ellos. Y les harán lo peor.  Y aún así los musulmanes irán corriendo tras ellos.  ¿Es esto lo que nos está pasando?








(...)

Así que hemos caído.  Hemos caído al nivel más bajo.  Pero estamos aquí para levantarlos hasta el nivel más alto.  Estamos aquí para ser un buen modelo de vida patra ellos. 200, 300 millones de americanos.  Esperan ser salvados. Quién sabe.  Quizá con tu buen comportamiento con las buenas acciones que hagas ellos se enamoren del Islam quizá a causa de ti. ¿Es esto lo que estamos haciendo?  No, no lo estamos haciendo. Nos ocultamos.  


De cuando en cuando voy a algunos lugares de los que sé que el dueño de la tienda es un musulmán.  Cuando digo: Selam Aleykum hermano, cuando él está allí, está ocupado, me ignora completamente.  No quiere dar Selam porque no quiere que sus clientes conozcan que él es musulmán. Ya que no hay ningún del Islam de cualquier modo en su tienda en absoluto.  Hay tantos así.

Hm, te sientes temeroso y avergonzado por el Islam. Así pues, no tienes fe.  Están poniendo a tu fe en lo más bajo.  Con esa fe no puedes pasar el Sirat [el Siratal Mustaqim, el camino que se cruza por encima del Infierno para llegar al Paraíso en el Juicio Final].  Será muy difícil cruzar el Sirat con esa fe. 

Así pues ¿qué tenemos que hacer?  En primer lugar, debemos despertar de la estación de la necedad.  Tenemos que forzarnos a nosotros mismos a despertarnos de ese estado de necedad en el que estamos. Cuando despertemos de esa estación de necedad, el auxilio nos va a llegar.  El auxilio está allí.  Pero ya que somos tan necios no podemos ver nada.

Sólo vemos nuestras propias ideas.  Nuestras propias ideas están en lo correcto.  Porque, eh, ¿quién es tu maestro?  ¿De dónde aprendes?  Eh, nosotros vamos a las universidades.  Y aprendemos.  Aprendemos en las universidades y escuelas secularistas.








El texto entero del sohbet en inglés puede verse aquí:


The Most Important Thing is How you Will Go Out from this World


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Nota:


(1) Sheij Abdul Kerim Effendi fue puesto en prisión dos veces en Turquía, estado secularista, gobernado por la clase militar contraria a la Sharia del Islam, debido a su defensa del Islam, sin compromisos ni complacencias con los gobernantes de turno, a pesar de que en su juventud, cuando aún no había siquiera cumplido los 18 años, el propio gobierno turco le señaló como merecedor de dos medallas de honor a la valentía por acciones de guerra, por la defensa en combate que hizo de sus hermanos musulmanes cuando perteneció al ejército turco-chipriota, defendiendo la vida y dignidad de los musulmanes en un ataque por parte del ejército enemigo griego-cristiano del otro lado de la isla.   A esa temprana edad, se unió al servicio militar y fue entrenado en la unidad de comandos. 

En sus veintes, en la primera de las dos ocasiones de prisión, ese mismo gobierno le hizo recibir torturas físicas (electro-shocks, envenenamiento, etc).  Al salir, y apenas sosteniéndose en sus pies, prometió a sus carceleros regresar a acabar con la tiranía.


Al entrar en prisión por segunda vez, ya en sus cuarentas, de entrada en la prisión le advirtieron que debía cortarse la barba, es decir, quitar su identidad reconocible de varón musulmán.  No obstante, y a costa incluso del uso de sus puños contra carceleros arrogantes (que no lo habrían nunca esperado de un Hoja, como le dijeron), Sheij Effendi no sólo mantuvo la barba, en seguimiento de la sunnah, sino que desde el primer día pregonó el adhan a voz en cuello en la prisión todos los días.  


Muchos prisioneros allí tomaron bayat de su mano, y su prisión, de haber estado recubierta con basura, mal olor, imágenes asquerosas contrarias a la Shariah, se volvió una habitación decorada con imágenes del Islam, caligrafías islámicas y una alfombra de oración, como una suerte de pequeña musalla. 


Otros, tanto autoridades de la cárcel como prisioneros comunistas, nacionalistas, y gente de otro tipo, se quisieron volver contra él en varias oportunidades, para enfrentarse con una muralla que no pudieron derribar ni sobrepasar.


Su presencia en la cárcel hizo agrupar corazones a uno u otro lado de Haqq.

Hoy, en esa prisión, se recita incluso hoy el khatma kwhajagan, el dhikr de la tariqa, por aquellos cuyos corazones quedaron conmovidos por el ejemplo de valentía y entrega a Allah, azza wa jal.

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