Salatul fatih

Salatul fatih
Oh Allah bendice a nuestro Maestro Muḥammad, el que abre lo que está cerrado y sella lo que le ha precedido, aquel que hace triunfar a la Verdad por la Verdad, el guía hacia el camino recto, y a su familia, conforme a lo que merece su categoría y su inmenso alcance

miércoles, 9 de abril de 2014

La Reencarnacion al descubierto

En el Nombre de Allah,
el Misericordioso, el Compasivo



REALIDADES DE LA REENCARNACIÓN  Y DEMÁS CREENCIAS DE DICHO ESTILO

Bismillahi Rahmani Rahim

Hoy existe la costumbre de atraer miradas y prestigio poniéndole el título de 'filosofía' o de 'ciencia' a todo.  Eso tan solo evidencia una desconexión con otras fuentes de conocimiento, de carácter decididamente distintas.  

La reencarnación no es una 'filosofía'.  Vayan a cualquier facultad de filosofía, en la PUCP, la San Marcos, en la UNAM, en Oxford, Cambridge, etc. y les dirán que no es filosofía sino una creencia.  Si es que no se ríen o se caen de espaldas de la sola pregunta, en serio.

Quien se diga filósofo y diga que por su filosofía concluye en la reencarnación, o miente o busca simplemente disfrazar la naturaleza de su convicción, o se trata de aprovechar de la fama de la palabra 'filosofía' en algunos círculos para que por la fama ajena haga aceptable su creencia.  A la reencarnación la aceptas o no pero tu base no es una filosofía.  

Su respaldo tampoco es la ciencia.  

La reencarnación tiene un origen, que aquel que la llama filosofía o ciencia quiere dejar de lado: las religiones orientales del hinduismo y el budismo.

El karma no es una 'filosofía'.  Lo mismo que lo anterior.  Pertenece y se origina con el hinduismo y el budismo.

Los chakras, lo mismo ("¿pero que acaso en el tasawwuf al islami, en el sufismo, no se habla de siete Lataif"?; subhan Allah, los Lataif no son 'chakras'; y quien quiera que diga que sí, que se lave la cabeza de su hinduicismo previo).

La 'ley de la atracción', la 'ley del mentalismo' y demás 'siete leyes', los 'siete rayos', o los 'Maestros de la Hermandad Blanca', uff, ni qué te digo.  Esto ya ni siquiera puede reclamar no ya a la filosofía sino a una religión oriental cualquiera como fuente.  O sea, a ver, ni lo que en Oriente se conoce como Buddha o Krishna o Lao Tse o Confucio son las fuentes de esto de la Hermandad Blanca Blanca y las siete leyes.  Su fuente es bien cercana (y bien baja, cuando se la mira): el New Age, las pseudo-religiones de la así llamada Nueva Era o Era de Acuario.

Ah, y claro, no está de más decirlo como renglón al paso:

LA FUENTE DE ESTAS CREENCIAS TAMPOCO ES EL ISLAM

Y como segundo renglón al paso: La Reencarnación, el Karma y mucho de esas siete leyes son kufr, quien las crea acepta algo que es contrario al Islam.

¿Por qué hay organizaciones que se presentan como 'filosofías' no religiosas, compatibles con cualquier religión (sí, claro), y en las que estas creencias del paganismo oriental se admiten como logros de la filosofía?

Hmmm.  Si no son claros con lo que son, como decimos por aquí, hay 'gato encerrado'. 

El movimiento gnóstico de Víctor Gómez (perdón, Samael, el esoterista del sexo -tantrista-), la gran fraternidad universal del francés Raynaud, el rosacrucismo del americano Spencer Lewis, la nueva acrópolis del argentino Ángel Livraga (quien se preciaba de haber sido asesor de Pinochet y copió en su tiempo muchos símbolos del fascismo por su admiración al esoterismo militante que rodeó al Fuhrer), e inumerables etcéteras , son todas variantes de lo mismo.

Esperamos hablar en otra oportunidad del Alfa y Omega del peruano Antonio Córdova (con sus ovnis y rollos telepáticos, comunismo acérrimo, y demás particularidades) o del boom de ventas de la febril imaginación del antropólogo peruano (otro honor nuestro, aunque él nunca quiso ser claro al respecto) el conocido Carlos Castaneda, es decir, sus inventos sobre el nahual Don Juan Matus y los toltecas y sus chicas y mujeres, las brujas del nahual (una con una escena de sexo con un jinn en una catedral en México), todas ellas las protegidas del nahual occidental discípulo del nahual Matus.  Aunque aquí hay otra clase de creencias respecto a las que escribimos hoy.

Ciertamente, como dijo el Mensajero, sallallahu 'alayhi wa sallam: "al Kufr millatun wahida" (Kufr es una sola cosa, un solo sistema, a fin de cuentas, un mismo asunto).

¿Reencarnación?

Para los amantes de la kábala judaica, que sepan que ni Moisés ni Jesús, la paz sea con ellos, ni el Profeta Muhammad, la paz sea con él y con ellos, enseñaron semejante cosa.

¿Cómo los así llamados rabinos cabalistas del judaísmo 'ortodoxo' –con todo su pretendido conocimiento de los sephirot, la merkaba, etc.- incurrieron en semejante incredulidad con el gilgul o reencarnación a lo cabalista?

Le preguntaron a Shaykh Nazim al Haqqani, qué relación había entre el Islam y las religiones orientales.

De su respuesta, citamos lo siguiente:

"La reencarnación es una idea elemental y necia que fue usada miles de años atrás con el propósito de que la gente tuviera temor de hacer algo malo.  Se les decía que si haces algo malo, regresarás aquí como burro y serás golpeado todos los días.  Era una religión para disciplinar a las tribus salvajes”. (Citado de: Hinduismo,Budismo y Naqshbandiyya).

Y la enseñanza unánime de los ulama y awliya (los eruditos y los conocedores del mundo espiritual / místicos / santos / amigos de Allah) del Islam es que la reencarnación es falsa.  Y es kufr.

Un murid le preguntó una vez a Sheykh Abdul Kerim Effendi Hz. acerca de la reencarnación y dijo que la razón por la cual la gente a veces cree que tiene experiencias reencarnatorias, es que el ruh del ser humano, nuestro espíritu, es sumamente antiguo.  Desde el día de nuestra creación hasta el día en que hemos venido aquí a esta dunya (este mundo), muchos espíritus, arwah (plural de ruh), sin jamás haber encarnado, sino solo siendo como espíritus mirando realidades, han tenido ocasión de contemplar, por ejemplo, la creación del mundo, de esta especie, de tal otra, de tales o cuales episodios, y eso está en la memoria de nuestro ruh.  A veces esa memoria se filtra y uno dice: esto fui antes.

En otra ocasión, Sheykh Abdul Kerim Effendi mencionó que una vez le vino alguien que le dijo: antes fui un gato.  Sheykh Effendi reía al recordar la anécdota, diciendo en relación a la reencarnación: El Shaytan tiene muchas maneras de engañar a la gente. 

Y le dijo a esa persona: No, no fuiste un gato, sino que la realidad (haqiqa, esencia) de un gato se te abrió y la percibiste y de ahí que digas eso.

Por otra parte, las pseudo-religiones del New Age han insistido mucho en los supuestos méritos de su creencia para justificarla.

Veamos para ellos lo que dijo un personaje salido de esas mismas filas. 

Un personaje de cierto renombre y algún grado de conocimiento efectivo entre los buscadores espirituales occidentales cuando el acceso al Islam en Occidente era aún difícil, si bien finalmente es responsable de haber difundido otros errores muy gruesos en materia de las enseñanzas del Islam, Rene Guenon, que estuvo involucrado en su momento en ambientes espiritistas y esoteristas y después rechazó el New Age y escribió específicamente en torno a la reencarnación. 

Conforme a dicha exposición, así como tenemos un cuerpo, hecho de materia física, tenemos un ropaje psíquico, que es distinto al ruh, y las sensaciones y recuerdos de dunya (de este mundo sensible) se impregnan en ese ropaje, que siendo más sutil que el cuerpo, tarda más en desintegrarse eventualmente tras la muerte del cuerpo. 

Y así como al morir los elementos materiales de nuestro cuerpo se reintegran a la naturaleza, así esos elementos sutiles de orden psíquicos, que pueden permanecer más conservados en el tiempo, se pueden quedar flotando o absorbiéndose parcialmente en la zona o realidad del psiquismo de una persona. 

Del mismo modo que en el nacimiento, el cuerpo del recién nacido ha absorbido elementos preexistentes de este mundo material, así su cuerpo de la psiquis -no hablamos de su ruh, es decir, nunca es el espíritu de esa persona- se envuelve de un 'cuerpo psíquico' que va absorbiendo elementos de esa realidad de su entorno sutil, y cuando allí absorbe elementos o trozos más o menos completos de un 'cadáver psíquico' previo, puede a veces tener 'recuerdos' que en rigor fueron de otra persona.

En definitiva, cualquier 'experiencia reencarnatoria', cuando no es mas que una mera fantasía, esto es, cuando en verdad se puede comprobar la exactitud del recuerdo, no es más con todo que la memoria que vino con un trozo psíquico previo al nacer, pero nunca es evidencia de que el mismo espíritu (el ruh) haya estado antes en otro cuerpo físico previo.

De allí que incluso si se tienen esas experiencias de recuerdos, como en cualquier otro asunto en que uno se abre al Ghayb, al No Visto, uno tiene que recurrir a un Shaykh Kamil, un Maestro Perfecto del tasawwuf, para que le diga qué hay tras esa visión o recuerdo, ya que por uno mismo puede llegar a conclusiones arbitrarias y, en este caso, manifiestamente contrarias a la enseñanza del Islam.

Si alguien está teniendo esas 'experiencias' pero no acude a un Shaykh Kamil a verificar su experiencia, incurre en el error grueso de quien apenas puede ver u oler algo de un territorio nuevo, pero cree que puede conocer acabadamente lo que va encontrando allí y termina diciendo cosas insensatas cuyo único efecto es alejarlo de la senda de perfección y virtud que ha sido unánimemente enseñada por los Enviados del Señor de todos los mundos, nuestro Creador, Allah [Dios], glorificado y exaltado Sea.

Como decía el wali inmenso, el gran conocedor del mundo espiritual reconocido en las tariqs de todas las tierras del Islam, el Imam Ahmad Faruqi Sirhindi (qs), si tus experiencias o visiones o sueños contradicen Islam, simplemente abandónalas, pues sábete que cuando el siervo de Dios -y él hablaba aquí por experiencia propia- más avanza en el conocimiento y se le van abriendo inmunerables nuevas estaciones y conocimiento espirituales, más llega el siervo a saber -con absoluto yaqin o certeza espiritual, una certeza superior inclusive a la visión- que todo lo que es contrario a la enseñanza islámica en materia de percepciones es, en definitiva, Batil, Falsedad, y no Haqq, lo Verdadero.

Shaykh Nazim al Haqqani (qs) mencionó alguna vez en uno de sus sohbets (charlas) el caso de un murid, un aprendiz en el camino espiritual, que tenía visiones de estar en un lugar paradisíaco, rodeado de colores hermosos, en medio de un territorio nuevo enteramente espiritual, y creía que veía allí a Dios que se le acercaba y le hablaba y le daba instrucciones que eran claramente contrarias al Islam.  Shaykh Nazim le dijo: la siguiente vez que mires quien crees que es Dios que te habla, sigue mi consejo, anda allí con un cuchillo y córtale la oreja.

El murid volvió a tener el mismo encuentro ‘espiritual’ y siguió el consejo de su shaykh, de su maestro.  Y al cortarle las orejas despertó y frente a él estaba un burro ensangrentado y él sostenía en su mano la oreja de un burro, en medio de un establo rodeado de estiércol.

Y Shaykh Nazim le dijo: Quien así te visita no era Dios, hasha, dándote tal clase de ‘conocimiento’; sólo era el shaytan, el demonio.

Y sus palabras al respecto fueron:

Quien crea que mira algo, o que conoce algo, que venga y me cuente, que me diga, que nosotros podemos ver en lo que está mirando y analizar lo que cree que recibe.  No sea que esté dentro de un estable pensando que está en la cima de la montaña más alta del mundo.

De allí la importancia de tomar conocimiento de una fuente fiable, y no hay mejor fuente que la del Sello de todos los Mensajeros de Dios, le bendición y la paz de Dios sean sobre todos ellos que continúa fresca y viva hasta la actualidad.

El Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, nos dijo:

“Una persona tiende a seguir el Din [la religión, la fe, el modo de vida] de su amigo, por tanto cuida a quién tomas como amigo” (Transmitido por Abu Dawud y At-Tirmidhi).

De allí también la importancia de estar en contacto con un siervo puro de Dios, que haya caminado con sumisión a la Voluntad Divina la senda del servicio, y sea un guía experto en cuanto al mundo espiritual en nuestra propia época, los Awliya de Allah.

* * *

Adjuntamos por su interés para quienes anden involucrados en el mundillo de las pseudo-religiones del New Age, un escrito de cierta extensión acerca de la reencarnación, con el análisis de las pretendidas razones ‘filosóficas’ de la misma.









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