Salatul fatih

Salatul fatih
Oh Allah bendice a nuestro Maestro Muḥammad, el que abre lo que está cerrado y sella lo que le ha precedido, aquel que hace triunfar a la Verdad por la Verdad, el guía hacia el camino recto, y a su familia, conforme a lo que merece su categoría y su inmenso alcance

domingo, 16 de septiembre de 2012

Acerca de los insultos al Profeta del Islam

En el Nombre de Dios,
el Misericordioso, el Compasivo


Caligrafía del Nombre del Profeta del Islam


Bismillahi Rahmani Rahim

Allahumma salli ‘ala muhammadin wa ‘ala muhammadin wa sallim
  
El imam de nuestra agrupación, Nureddin Cueva, fue entrevistado por teléfono este viernes 16 de setiembre de 2012 por Canal N en vivo en relación a una filmación que calumnia y degrada al Profeta Muhammad, la bendición y la paz de Dios sean sobre él, y la reacción de los musulmanes sobre el particular, y parte de sus declaraciones han sido reproducidas en nota electrónica del diario el Comercio del Perú ese mismo día. 

Ante la reproducción parcial de sus declaraciones en el Comercio, la reproducción de imágenes calumniosas presentadas durante su entrevista –de las cuales él no tuvo conocimiento, toda vez que habló únicamente desde su celular- y el corto espacio de tiempo de la entrevista, a título y bajo responsabilidad exclusivamente personal desea hacer de conocimiento público la siguiente declaración:

DECLARACIÓN EN RELACIÓN A LAS FILMACIONES Y CARICATURAS INSULTANDO AL PROFETA MUHAMMAD, LA BENDICIÓN DE DIOS SEA SOBRE ÉL

Bismillahi Rahmani Rahim / En el Nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo

Atestiguo que no hay más que un Único Dios, sin asociados ni nadie ni nada que se le parezca, y atestiguo que Muhammad es su siervo y Mensajero, el último en ser enviado, la bendición y la paz de Dios sean sobre él, su familia y sus compañeros todos.

El Mundo es testigo de un nuevo capítulo de insultos y calumnias al Profeta Muhammad, bendiciones y paz de Dios sean sobre él.  Como en ocasión anterior, a propósito de las imágenes blasfemas publicadas inicialmente en Noruega, en esta ocasión la indignación de numerosos musulmanes se vuelcan a protestar en las calles y ocurren hechos de sangre, como la muerte de un embajador estadounidense en Libia.

Fui entrevistado por canal N a propósito de estos hechos, y debo informar lo siguiente:

   1.   Como musulmán, mi corazón detesta un insulto al Mensajero Muhammad, la bendición y la paz de Dios sean sobre él, el mayor de los Mensajeros que transmitieron la Verdad y la Voluntad Divina para bien de todos los seres humanos. 

Musulmán sincero es aquel para quien nuestro Maestro Muhammad es más importante que su vida, su familia, sus posesiones, este mundo y todo lo que contiene. 

Y he oído que los cristianos están llamados a poder sentir lo mismo.
Ése es un signo de fe real del musulmán, y aquel creyente es rodeado diariamente por las bendiciones de Dios, por su lealtad a la Voluntad de Dios.

   2.   Como musulmán, espero verdadera justicia, y pronta, contra aquellos que protagonizan tales actos de calumnias y difamación que incitan al odio y al enfrentamiento de las naciones y lejos de arrepentirse, persisten en su odio. 

Tal es el caso, al menos hasta la fecha, de quien cobardemente actuó bajo el pseudónimo de Sam Bacile, así como de los miembros del fanatismo religioso cristiano ultraderechista en Estados Unidos que le apoyaron en su acto. 

La verdadera justicia a fin de cuentas no es más que aquella que proviene de Dios, dador de Leyes Divinas.  Dios es el mayor garante y proyector de la dignidad de su siervo amado Muhammad, así como de los demás Mensajeros que Él mismo envió antes: Jesús, Moisés, Abraham, entre otros, la paz sea con todos ellos.
Aquellos que incitan la Cólera de Dios Altísimo obrando contra sus seres más queridos de entre toda la humanidad, sus Mensajeros de la Verdad, se arriesgan a que Dios disponga para ellos penurias y sufrimiento en esta vida y en la Otra, a menos que sus corazones se vuelvan en arrepentimiento.

   3.   Como musulmán, condeno el doble fanatismo que se observa en estos hechos:

·        Por un lado, los de quienes organizaron conscientemente la afrenta al mundo islámico, integristas cristianos, frecuentemente aliados del sionismo, que, a través de sus lazos evangélicos con algunos sectores del poder político y económico americano cercanos a la Casa Blanca o el Pentágono, buscan constantemente promover acciones armadas o políticas del Gobierno norteamericano sobre los territorios islámicos.

Los alimenta una sed de guerras y de mayor dominación sobre los pueblos de mis hermanos musulmanes.  No los alimenta la fe en Jesús o el ejemplo de su vida o el de su madre María bendita, la paz de Dios sea sobre ellos.  De lo contrario, otros serían sus actos.

·        Por otro lado, también condeno la reacción infantil y necia de aquellos musulmanes que, dejados llevar por su cólera legítima pero con poco uso de razón, y en manos de líderes religiosos irresponsables, no hacen más que caer en el juego que se les tiende, cometen ellos mismos injusticias y dan pie así a que las estratagemas de los calumniadores prosperen.

¡Qué clase de grupos religiosos! 

Qué irónico resulta que esas agrupaciones religiosas alientan a las turbas a las calles, ¡y no a las mezquitas!  Realizan exigencias fáciles, populistas y grandilocuentes ante las embajadas –sabedores que no habrá reacción a ese nivel, y muchas veces no a sus propios gobiernos, quienes sí cuentan con los medios para responder efectivamente. 

Y, mas aún, son agrupaciones religiosas –que hoy dicen abanderar el clamor de indignación- que se oponen y condenan como herejes o hasta apóstatas a los musulmanes que tradicionalmente han cultivado del modo más efectivo posible el genuino amor al Mensajero Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam.  En efecto, condenan a multitudes musulmanas al afirmar que conmemorar el nacimiento del Profeta  (Mawlid) es innovación, al enseñar que si realizas abundantes súplicas por el Mensajero (salat an nabi), incurres en innovación o apostasía; les desagradan sobremanera los poemas en honor al Mensajero de Dios; y dicen que si afirmas que el Mensajero puede interceder (shafaat) para ti en esta o en la otra vida, te has desviado y condenado al Infierno.  No les gusta hablar de sus numerosos y extraordinarios milagros, o de la brillante presencia suya en espíritu a lo largo de los siglos como atestiguan profundas y repetidas experiencias.  Si afirmas de él que es sin duda el Mejor de la Creación, se indignan.  Si visitas su lugar de descanso en Medina, hasta pueden encarcelarte.  Quisieran incluso hasta demoler la propia construcción en Medina que le rodea, si fueran capaces.

Tales grupos, salafistas, takfiristas, jihadistas, wahabistas, son los que han atacado el rango y sublimidad del Profeta Muhammad (saaws).  No es de extrañar que con sus conductas populistas e ignorantes desgracien la imagen del Islam ante el mundo y promuevan el éxito de los planes de los calumniadores, que quisieran ver puestos en acción por el Pentágono o la OTAN, para mayor desgracias de nuestras naciones.

4.   Ciertamente hay muchas razones para rechazar la política exterior norteamericana en relación a los países islámicos y su hipocresía en temas de Medio Oriente.  Las protestas en el fondo son una reacción a este estado de cosas, más que a un hecho en concreto, aunque asuman formas que se alejan de los estándares islámicos.

5.   Pero si hemos de enfocar nuestra protesta por este hecho, debe ser dentro de los estándares del Islam y contra quienes lo han protagonizado.  ¿Qué tiene que ver un embajador o las gentes en embajadas, por más desacuerdos o injusticias que provengan de sus gobiernos, con la filmación que originó todo esto?

6.   Parte de los estándares del Islam es que acudimos a las mezquitas para pedir la protección divina y la fortaleza para nuestras naciones.  Y parte de esos estándares es que los líderes de nuestras naciones deberían ser los encargados de abanderar una protesta rápida y efectiva.  Los responsables de estos actos, sus posiciones, y el sistema mismo que permite que ellos u otros en adelante puedan incurrir en nuevas o mayores provocaciones, está en pie, siguen impunes bajo el discurso hipócrita de líderes occidentales que profieren solo lamentaciones de principio.

¿Acaso les es imposible a nuestros estados actuar con señales de protesta en el orden económico o comercial, por poner un ejemplo?  Lejos de ello, se quedan en silencio por temor a sus intereses en este mundo. 

Y su omisión acrecienta el descontento de los musulmanes que, en vez de acudir con toda la fuerza de un siervo débil ante su Señor, que escucha las plegarias sinceras, acuden más bien a realizar actos inútiles, bárbaros e injustos en las calles. 

7.   ¿De dónde hemos aprendido este ejemplo?  ¿De la vida de nuestro amado Profeta, la paz sea con él?  Por cierto que no.  Es el ejemplo de la gente sin fe que introdujo la división y caída de nuestro Califato y los reemplazaron con las formas políticas de partidos, mítines y marchas que se originaron en Occidente.  Nuestro ejemplo es diferente.

8.   Por ende, ante este estado de cosas, ante la impunidad de los agresores y la desgracia de los líderes religiosos y políticos en nuestras naciones, solos y sin fuerza, como siervos en profunda necesidad de nuestro Señor,  lo único que nos queda es regresar y aferrarnos firmemente a la cuerda que nos envía Dios, afirmar aun más el amor a Muhammad, la bendición y paz de Dios sean sobre él, pese a quien le pese de dentro o de fuera, y suplicar por que los grupos religiosos irresponsables sean reemplazados por un retorno a nuestras raíces, y que los líderes del silencio sean remplazados por siervos de Dios justos, y que recuperemos la unidad que como musulmanes hemos perdido hace muchas décadas.

Sólo como una sola Nación (Ummah) unida y fuerte nuestra voz podrá hacerse escuchar con efectividad.

Que Dios apresure la rectificación de nuestra situación por el honor de su amado Muhammad, sobre él bendiciones y paz en el número de las estrellas, y que su honor y su extraordinario brillo sean un aroma que se conozca en el mundo entero, tan necesitado de una sincera vuelta a Dios, glorificado sea.

9.   Finalmente, expreso mi tristeza y rechazo al constatar que, al momento de ser entrevistado por el Canal N, y contra toda noción de respeto, las imágenes que Canal N estaba mostrando a los televidentes eran precisamente las imágenes indignas y nefastas –las caricaturas contra Muhammad el servidor y Mensajero de Dios -, imágenes contra cuales cualquier musulmán protesta desde lo hondo.

Habría hecho mejor Canal N en aprender otra actitud, menos sensacionalista y más propia al menos al entrevistar a un musulmán, como han hecho otros medios de comunicación en los propios Estados Unidos en relación a esos hechos.

10.       Hoy como antes, en nuestro país nuestro Maestro Muhammad, la bendición de Dios sea sobre él, permanece como una figura de primer orden en la historia del espíritu, desconocida a muchos. 

Conocer más sobre él de mano de quienes siguen con fidelidad sus pasos es el antídoto final contra cualquier ataque ignorante o cualquier palabra atrevida.  ¿Acaso el hombre no necesita a Dios?  Por ello Dios envío a sus Mensajeros, entre ellos, Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad, la paz sea con todos ellos y con todos los creyentes de sinceridad.


Nureddin Cueva

Presidente de la Asociación Islámica de Sufismo en el Perú

http://peru-islam.blogspot.com
962-33-4733

PD: Debo afirmar un error material al momento de la entrevista, para evitar susceptibilidades entre mis hermanos, toda vez que Canal N debió en todo caso mencionar ‘Presidente de la Asociación Islámica de Sufismo en el Perú’ en vez de la denominación abreviada que se mostró.


3 comentarios:

  1. Eres usted un Defensor de la Verdad. Que Allah te bendice con el mas Grande Recompensa hermano. Soy un muslman americano y estoy con tigo. Salam, abdul Hadi

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