Salatul fatih

Salatul fatih
Oh Allah bendice a nuestro Maestro Muḥammad, el que abre lo que está cerrado y sella lo que le ha precedido, aquel que hace triunfar a la Verdad por la Verdad, el guía hacia el camino recto, y a su familia, conforme a lo que merece su categoría y su inmenso alcance

sábado, 21 de agosto de 2010

Siempre contra tu enemigo



¿Cómo puedes protegerte de un enemigo si no conoces al enemigo? Tú (menciona a un murid) ¿acaso crees que podrás protegerte de tu enemigo que trata de atacarte, de destruirte y de acabarte?  Y allí no hay ley.  Él hace de todo.  Todo lo que venga a destruir al ser humano.  Si el hombre no conoce quién es el enemigo, ¿crees que será capaz de salvarse de ese enemigo?  Di.

- No Sheykh Effendi -responde el murid.

Así pues -continúa el shaykh-, ¿quién es tu enemigo?  La humanidad está provocando confusión sin parar.  ¿A causa de qué?  A causa de ese enemigo.  Ya que no ves claramente, ya que no conoces quién es tu enemigo.  Hmmm.  Así que ¿quién es tu enemigo?

(Un murid dice):

- El Shaytan (el demonio).

- Sheykh Effendi: ¿Shaytan?  ¿Acaso hay shaytanes más grandes que los seres humanos de hoy en día?  Shaytan está descansando, diciendo: 'No podría hacerlo mejor que ellos'.  Y está yendo hoy a la universidad de esa gente a obtener un PhD, diciendo: 'Ellos están recibiendo un PhD.  Son mejores que yo ahora.  Debo conseguir también uno'.

Es fácil para cualquiera decir 'shaytan'.  Mira a tu propio shaytan.  A ti mismo.  Tu enemigo es tu ego.  Tu terrible ego es tu enemigo.  

Y no conoces a tu ego hasta que no te sometes a ti mismo a un Maestro que te enseñe tu ego.

La sumisión viene con obediencia.  No hay sumisión con desobediencia.  Los desobedientes, no hay esperanza para ellos de que estén en seguridad.  No hay esperanza.  Desobedientes.

(...)

Le incumbe al ser humano correr a educarse a sí mismo, a encontrar centros de educación, a someterse a sí mismo a ese centro de educación y a ser obediente con ese maestro del centro de educación para poder progresar.

Díganme alguno de ustedes, ¿qué creen que han hecho tan bien como para encontrar al Sultán de los Awliyá, ehh?  ¿Qué creen que han hecho?  Y ustedes están en su salón de clases y son continuamente desobedientes.

¿Creen que obediencia es sentarse frente al Shaykh y permanecer completamente quietos todo el tiempo?  Nunca dicen sí, nunca dicen no, y tan pronto como termina su reunión (se ponen a hablar sin ningún control)?  ¿Eso es obediencia?  ¿Eso es lo que creen?

¡No sean hipócritas!  Los hipócritas no van a entrar en el Paraíso.  No olviden eso.

(...) 

La gente ya no tiene corazón.  Debido a que se separan ellos mismos.  La gente se separa a sí mismos de la realidad diciendo '¿qué es lo que tengo de diferente?  ¡Yo soy distinto!'  Eso es Shirk.  Eso es un Shirk oculto.  El mismo que te ha creado es el mismo que ha creado a ese otro.  ¿Cuál es la diferencia?

El mismo ego que Él puso en aquel otro, ése mismo ego es el que tienes.  ¿Cuál es la diferencia?  La única diferencia es que sería que trabajas duro y que estás limpiando a tu ego y te estás volviendo en un mejor siervo de Dios.  Pero cuando te vuelves en un mejor siervo no dices 'soy diferente; soy la prioridad; soy esto'.  No.  Te vas más abajo.  Y en todo lo que te pasa alrededor, lo primero que piensas es '¿qué error cometí aquí?  ¿qué error he hecho para que esto me pase?'  No has hecho nada.  Te ha ocurrido un incidente y no vas donde aquel que hizo el incidente.  Dices '¿qué hice para que Allah subhana wa ta'ala me castigue con esto.  Sé que no le hecho nada erróneo a esta persona.  Pero ¿qué he hecho?  Y estoy reciendo el castigo ahora con esto'.  Hmm.  

Cuando mires a tus páginas (las páginas de libro de tu vida) vas a encontrarlo.  Está allí.  Pero tú has sellado tus páginas.  No, no las selles.  Asegúrate que el mundo entero olvide las cosas que has hecho pero tú no olvides.

Sheykh Abdul Kerim Effendi
Olvida dos cosas: Aquellos que te hicieron mal, y las cosas buenas que has hecho a otros.

Ésas cosas buenas que has hecho, olvídalas.  Las cosas malas que la gente te ha hecho, olvídalas.

Y no olvides dos cosas: No te olvides de Allah, que hay un Día del Juicio.  Vas a ir a Su Presencia.  Y no te olvides de la muerte.  Mantén esto vivo en tu corazón las 24 horas.  En cada respiración, guárdalo contigo.

(...)

Tiempos malos.  Tiempos muy malos.  ¡Despierta! O el final es desastre.  Este salón de clases es una buena clase.  Sólo requiere algo de disciplina.  Nada más.  Y obediencia.  Por ti mismo.  No a la fuerza.

Decimos: 'Hazlo por ti mismo, si crees que eres de la raza humana, si crees que has sido creado y enviado a este mudno para comprender, para conocer a Allah, para amar a Allah y adorar a Allah'.  Ya que Allah te pide adoración por medio de la obediencia y del amor.  No con cólera, no al modo de decir '¡Ohh! No quería hacer esto pero no tengo otra opción'.  Así es.  Muchos están haciendo eso.  Si no hay amor, entonces nada va a moverse.

Con amor puedes mover montañas.  Pero el amor no está.  Mírate a ti mismo.  Allah no se ha desconectado (de ti).  Allah no se ha separado.  Tú te has separado a ti mismo de ese amor porque has vuelto tu dirección a otras cosas.  Has empezado a amar otras cosas.  Eso es lo que te ha ocurrido.  Ése es el problema.

(...)

Por tanto, despiértate.  Este mundo no vino así por que sí y tú no viniste al mundo así por que sí tampoco.  Si Allah, subhana wa ta'ala (glorificado y exaltado Sea), te ha creado y mostró cuidado contigo y crees que tienes un valor ... y si no crees que tiene ningún valor, de todos modos tienes un valor.

Pero tu valor sólo viene con la obediencia a tu Señor.  Y mediante suplicar a Allah subhana wa ta'ala.  Y la súplica tiene que enseñarte cómo correr a aprender y cómo aprender y cómo progresar.

No puedes estar en la misma estación necia y sin mentalidad, dando vueltas en el mismo círculo día y noche las 24 horas al día.

Debes despertarte.  Debes retirar ese esmalte que cubre tus ojos y que te hace verte a ti mismo como que hubiera llegado a la cima.  Mira hacia abajo, hacia lo que hay bajo tus pies.  Nunca hacia arriba.  Y entonces estarás bien.

Todo esto ocurre a causa de sus egos.  El ego es tu peor enemigo.  El ego no va a descansar hasta el último aliento.  No descansará sino hasta el último aliento.  Y el ego tiene tantas trampas que si lo arreglas de un lado va a venir hacia a ti del lado que esté bien.  Si te vuelves desobediente a tu maestro (shaykh), el ego va a cortarte el cuello allí mismo.

Por tanto, no puedes con tu ego por ti mismo.  Imposible.


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Fragmentos de un sohbet de Sheykh Abdul Kerim Effendi del 21 de mayo de 2010: Welcome to the Mental House

El texto original en inglés se encuentra en: 


http://groups.yahoo.com/group/OsmanliNaksibendi/message/7427

Para acceder al texto, hay que suscribirse a la lista aquí:


http://groups.yahoo.com/group/OsmanliNaksibendi/



1 comentario:

  1. ALHAMDULILLAH QUE NOS HA DADO LA POSIBILIDAD DE ESTAR BAJO LAS ALAS DE MAESTROS QUE SON TODA MISERICORDIA PARA NUESTRA DEBIL CONDICION HUMANA.
    MUSTAFA DE ARGENTINA.

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