En el Nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo |
EL WALI Y EL ASCETA DEL YOGA - 2
Sheikh Abdul Kerim Kibrisi Hz. y un sikh a su paso, en Hyderabad, India |
En esta ocasión, de una vertiente distinta de la sabiduría
islámica, y sin perjuicio de las discrepancias en materia de fiqh y tasawwuf
que han ido alejando progresiva y a veces ácidamente a la escuela de que se
cita aquí –deobandi- del tronco principal de los Ahlullah de Ahlus Sunnah wal
Yamaah –por causas y situaciones contingentes que la han impactado indebidamente
al punto de hacerla separarse del reconocimiento de los brotes distintos y superiores
de las Gentes del Camino-, presentamos no obstante por su interés y por la
sinceridad y belleza que nadie podría negar a quien realiza el relato, la
siguiente narración.
Que Allah bendiga al autor de la narración y a quienes lo
oyeron, y que bendiga a los salihun y ulama de taqwa de la escuela alejada, a
fin de entroncar a sus gentes en el río principal de la savia dorada continua del
Islam, para cubrir sus faltas y aumentar sus virtudes.
El texto en inglés, producido por al Islaah Publications por
Ismail Mangera, del que se traduce aquí al español, es una traducción de las palabras
espontáneas dichas por Hadhrat Maulana Muhammad Masihullah Khan sahib (que
Allah esté complacido con su espíritu), durante su visita a Sudáfrica, en enero
de 1983, Venue: Lenasia, Johannesburg.
El relato es un hecho ocurrido a Shah Hadhrat Abdul Quddus
(qs) [1453-1537], un notable shaykh y wali de la silsilah chisti-sabiri, y
descendiente del Imam Abu Hanifa (ra).
Relato previo:
Mezquita en Rudali, significativa de la tariqa chisti-sabiri |
SHAH HADHRAT ABDUL QUDDUS (R.A.)
Y EL GURÚ O MAESTRO DEL YOGA
Hadhrat Muhammad Masihullah Khan sahib estuvo hablando en
dicha ocasión a los presentes acerca de que el Profeta (sallallahu ‘alayhi wa
sallam) es luz, y fue enviado no obstante con cuerpo físico como cualquiera de
nosotros, a fin de transmitir a la humanidad que le aceptara una influencia
espiritual benéfica a nuestro propio nivel, que comprende el hecho de tener
cuerpos que atraviesan las vicisitudes de cualquier cuerpo: hambre, sueño, etc.
El cuerpo puede atravesar muchas condiciones.
Citamos:
“El cuerpo puede cambiar su forma. Un ser humano, al adoptar ciertos ejercicios
espirituales especiales (riyadhat) – comprendan, no por mujahadah (esfuerzo) sino
por riyadhat – puede desarrollar un cierto refinamiento y exquisitez que se
manifestará así en ciertas características extraordinarias. Tal como el caso de Shah Hadhrat Abdul Quddus
Gangohi (r.a.).
Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) no nació en Gangoh, sino
que era originario de un centro poblado en el distrito de Ambalah. En la época en que vivió, los yogis hindús
tenían tremenda ascendencia y poder sobre la población. Estos yogis llevaban a
cabo tremendos ejercicios de auto-disciplina que daban por resultado que el
cuerpo humano exhibiera algunas características asombrosas.
Ahora bien, Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) llegó a
conocer (cuando aún estaba en Ambalah) de un cierto Yogi Hindú. El Yogi vivía
en el distrito de Saharanpur en la población de Gangoh y estaba conduciendo a
los musulmanes al camino erróneo mediante la exhibición de proezas increíbles que
ocurrían a su orden.
Hadhrat Maulana Thanwi
(r.a.). nos narrow esta qissah [relato]. ¿Por qué?Para que estemos protegidos en nuestro iman (fe) y
evitemos ser desviados por aquellos que nos quieren desviar.
Shah Hadhrat Abdul Quddus
Gangohi (r.a.) fue a Gangoh. Preguntó a la gente por el paradero de este Yogi.
La gente le dijo que el Yogi no permanecía
en el pueblo, sino que vivía en algún lugar lejos del pueblo, en la jungla. Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) fue
al area donde se le indicó y llegó a un pequeña habitación hecha de ladrillos y
barro. Tratando de encontrar la entrada,
recorrió los cuatro lados [las cuatro paredes] ¡pero no encontró la puerta! ¡La estructura tenía cuatro paredes pero no
había puerta a la vista!
Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) se dio cuenta que
había una persona sentada en la cercanía. Fue donde esa persona y le preguntó: "¿Eres
tú el Yogi que reside aquí?" Esta persona le respondió:
"No. Soy simplemente su discípulo."
Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) preguntó: "En
ese caso, ¿dónde está tu gurú?" El
discípulo respondió: "Él está en esa habitación."
Shah Hadhrat Abdul
Quddus Gangohi (r.a.) le preguntó asombrado: "¿En esa habitación? ¡Pero
acabo de rodearla y no veo ningún signo de una puerta por ninguno de los cuatro
lados! ¿Por dónde entra y por dónde
sale?" El discípulo le respondió: "¿Ve
esa pared? Tiene un pequeño orificio de
luz en la parte superior. Él entra y
sale por allí." Shah Hadhrat Abdul
Quddus Gangohi (r.a.) dijo: "¡Oh! ¿En verdad entra y sale
por ese pequeño orificio? Muy bien. Nosotros haremos lo mismo."
Con un salto diestro, Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi
(r.a.) alcanzó el pequeño orificio, entró por allí y se posó en el interior del
cuarto. En verdad, el Yogi estaba en el
cuarto, pero estaba en tan profunda meditación que no estaba consciente que había
entrado el visitante. Shah Hadhrat Abdul
Quddus Gangohi (r.a.) se sentó a un lado y esperó.
Cuando el Yogi finalmente salió de su meditación, solo entonces
se dio cuenta de la otra persona sentada en su cuarto, alguien extraño y, a
juzgar por su apariencia, alguien que no pertenecía a la religión del Yogi.
"¿Quién eres tú?" le preguntó. "Por mi
apariencia, ¿qué parezco?" "Pareces un musulmán." "Soy un
musulmán", respondió Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.). El Yogi preguntó: "¿Cómo
ingresaste? " "Del
mismo modo en que tú ingresaste." "¿A través de ese
nicho de luz? " "¡Por ese mismo nicho!"
El Yogi comprendió que ésta no era una persona ordinaria sino
que era alguien de un elevado estatus. Así
que fue directo al punto:
“Janab, me doy cuenta bien de tu desafío. Pero déjame decirte que hasta que tú no halles
y adoptes nuestros caminos y no me hagas tu maestro en este asunto, nunca
alcanzarás el estado de kamal (la perfección)."
Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) le preguntó: "Puedo
preguntarte, ¿cuál es el punto más elevado de perfección que has alcanzado?"
El Yogi respondió: "El punto más
elevado de perfección es éste, que mientras estoy sentado aquí me puedo
transformar a mi mismo en un pozo de agua." Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) le
dijo: "Muy bien. Pruébamelo."
El Yogi, mientras estaba sentado, súbitamente se transformó
en un pozo de agua. Shah Hadhrat Abdul
Quddus Gangohi (r.a.) cruzó la habitación, tomó algunas de las ropas del Yogi y
las sumergió en el pozo de agua. Y
después puso estas ropas a un lado. El
Yogi se transformó de regreso a sí mismo a su cuerpo físico original.
Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) le dijo: "Ciertamente,
hemos visto cómo te has transformado en agua. Muy bien, también nosotros nos
transformaremos en agua. Sin embargo, la petición que tengo es que
sumergas algunas de mis ropas en el agua y después las pongas a un lado." El Yogi dijo: "Haré eso."
Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) también, mientras
estaba sentado, se transformó a sí mismo en un pozo de agua. El Yogi tomó algunas de las ropas de Shah
Hadhrat Abdul Quddus Gangohi's (r.a.), las sumergió en el pozo de agua y las
colocó a un lado. Shah Hadhrat Abdul
Quddus Gangohi (r.a.) regresó a su cuerpo físico original. La competencia parecía haber tenido un
resultado igual. ¿Pero era así?
Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) se dirigió al Yogi:
"Evaluemos esto. Entraste por el nicho en
la pared y yo también lo hice"
"Lo acepto"
"Después me mostraste la más alta hazaña de que eres
capaz, transformándote a ti mismo en un pozo de agua. Y yo hice lo mismo"
"Lo acepto"
"Puedo preguntarse, ¿remojaste mis ropas en el pozo de
agua como te lo pedí? "
"Así es, lo hice"
"¿Dónde las has
colocado?"
"Están allí"
Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) dijo entonces:
"Hice lo mismo con tus ropas y éstas son tus ropas que
puse a un lado. Ahora, huele primero tus
ropas sumergidas en tu agua y después huele mis ropas sumergidas en mi agua, y
después da tu veredicto."
El Yogi hizo como se le pidió, se movió y olió ambas ropas.
Después dijo – y recuerden que él había pasado por un proceso
de auto-disciplina, por lo cual decir mentiras era inconcebible -:
"He olido ambas ropas. Percibo un mal olor que emiten mis ropas. Y de tus ropas, percibo una dulce fragancia
que se emite."
Shah Hadhrat Abdul Quddus Gangohi (r.a.) dijo: "Bien,
pronuncia ahora tu juicio."
El Yogi dijo:
"Ya tengo mi veredicto.
Fue mi creencia que tú no alcanzarías la perfección (kamal) hasta que no
adquirieras lo que poseo. Pero, es
justamente lo opuesto: para que yo adquiera la perfección, debo adquirir lo que
tú posees. Por tanto, por favor hazme
ingresar en tu religión."
Shah Hadhrat Abdul Quddus
Gangohi (r.a.) le dijo:
"Recita la Kalimah Tayyibah [la Noble Palabra]:
La illaha illa’Allah – No hay deidad digna de adoración salvo
sólo Allah
Muhammad Rasulullah – y Muhammad (sallallaahu alaiyhi
wassallam) es el Mensajero (Rasul) de Allah”.
El Yogi recitó la Kalimah Tayyibah con un corazón sincere y
puso iman [fe].
La mayor parte de sus
discípulos hizo lo mismo.
Éste es el modo en que el iman [la fe] se esparció en los
tiempos antiguos.
Para continuar [con lo que mencionaba antes de esta historia]: Decía que cuando la nur [la luz] se reviste de un cuerpo físico humano, el cuerpo físico mostrará las características del cuerpo humano. Nosotros consideramos al Rasulullah (sallallaahu alaiyhi wassallam) como nur-run-ala-nur (luz sobre luz). La opinión que se dice de que nosotros no consideramo al Rasulullah(sallallaahu alaiyhi wassallam) como nur [luz] es falsa.
Para continuar [con lo que mencionaba antes de esta historia]: Decía que cuando la nur [la luz] se reviste de un cuerpo físico humano, el cuerpo físico mostrará las características del cuerpo humano. Nosotros consideramos al Rasulullah (sallallaahu alaiyhi wassallam) como nur-run-ala-nur (luz sobre luz). La opinión que se dice de que nosotros no consideramo al Rasulullah(sallallaahu alaiyhi wassallam) como nur [luz] es falsa.
Hermanos, ¿me comprenden, o aún no?
El punto a ser enfatizado es éste que nuestros hadharat
akabir – aquellos antecesores piadosos que vivieron antes que nosotros – siempre
han considerado a las hazañas que se adquieren a través de la riyadhat como un
simple deporte.
Como resultado de ello, siempre han permanecido seguros y
protegidos.
En nuestra silsilah [chisti] [así como en la noble silsilah
de los Maestros de la Naqhbandiyya y otras turuq], que florece en su última
parte a través de Hadhrat Haji Imdadullah sahib (r.a.), se han tomado las más
grandes de las precauciones en el asunto de ittiba'-e-sunnat – seguir la sunnat.
Vuélvanse absolutamente polvo, aniquílense a ustedes mismos,
y dejen que el grado de la mayor humildad venga a ustedes.
Para seguir leyendo:
* * *
Babur Shah |
LAS RECOMENDACIONES DE SHAYKH ABDUL QUDDUS
GANGOHI AL EMPERADOR MUGHAL BABUR
Hadhrat Abdul Quddus (qs) escribió una carta a Zahir-ud-Din
Muhammad Babur [1483-1530], descendiente de Timur y primer Sultán de la Dinastía
Mughal.
Babur tuvo a su cargo el primer gobierno islámico en el
Hindustán, y el Imperio Mughal debió establecer políticas públicas que
regularan la coexistencia de las diferentes religiones en el Imperio.
Firme sostener de la Sharia y el criterio proféticamente establecido
para la coexistencia pacífica en este aspecto, en su carta a Babur, el noble
Shakh le
pide al emperador que honre a los ulama, los imams a cargo de las mezquitas y
los pobres.
Pide que se
designe muhtasibs en los
pueblos y los mercados que hagan que se aplique la Sharia.
Le recuerda
que la jama’ debería ser conducida conforme a las tradiciones de los Khulafa-i
Rashidun, los Cuatro Califas Rectos y los tabi’in.
Sólo gente
piadosa debería ser designada como funcionarios del gobierno de modo tal que
los ingresos del imperio puedan ser recolectados conforme a la Sharia.
Nadie que no
tenga la shahadah debería ser
designado para ningún puesto en el diwan de una capital
islámica ni debiera recibir cargos tales como amirs o ‘amil.
El pago
del impuesto a los dhimmis debería se practicado conforme a la Sharia respecto a
dicha población, sin que los no musulmanes puedan obtener salarios del Baitul-mal,
manteniéndose más bien de sus comercios y profesiones habituales.
El
noble Shaykh escribió también una carta al Príoncipe Humayun recomendándole
igualmente que honrara a los ulama y los awliya. Humayun visitó la morada del Shaykh en Gangoh.
El 23
de Jumada II 944/ 27 de noviembre de 1537, el noble Shaykh murió.
Extensión progresiva del Imperio Mughal |
Masha'Allah, gracias por la traducción estimado Hermano.
ResponderBorrarEl Islam siempre se erigirá como antorcha ardiente y luminosa por sobre las tinieblas del batil.
Salams
Mustafa