En el Nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo |
SOBREPASADO POR SU FAVOR
Amor es el lenguaje del olvido de la belleza del Infinito
que se torna hacia el siervo sorprendido.
Locura es la andanza del mendigo que recorre mil mundos
y permanece en la quietud de la flama del Principio.
Niñez es el candor de quien tierno y confiado descansa sin
habla adquirida en Su abismal regazo.
Abrazo es la postración que se Le rinde, lúcida y telúrica,
hincándose al piso, y arrastra y quema en su calor la lluvia entera de los
seres vivos; vida en la muerte rediviva, continuidad en el aciago ocaso del
Amado.
Y de amores, locuras, niños y abrazos es esta quieta
joya de la inmersión en las Presencias, o la Contemplación primordial de las quintaesencias
inmaculadas.
Al alba magnánima.
A la Hora señalada.
El Camino, el Camino.
Y de pronto, de súbito, ¡he allí que Está aquí!
“Desde lo pre-eterno y por todo lo eterno”.
“Eternidad, qué hermosa palabra”.
A los pies del inmenso Maestro, rostro al suelo,
contrito.
Cual grano de polvo ciego, viejo y oscuro, inútil, perdido
y con todo en el Continente del Hermoso Mensajero.
Sombra de un no-ser que come de la imposibilidad y que hasta
la Nada final repudia en violento y ontológico rechazo.
Y con todo.
Y sin embargo.
La Generosidad del Señor es amplia:
Dios es, superlativa
y exponencialmente, sin medida, sin número …
lo Más Grande.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario