|
En el Nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo |
EL CONOCIMIENTO, LA ERUDICIÓN, Y LA AUTORIZACIÓN PARA
ENSEÑAR
Audhubillahi min ash shaytanir rajim. Bismillahi
Rahmani Rahim.
Madad ya Sayyidi, Sultan al Awliya. Madad,
Pedimos apoyo de nuestro shayh para que nos envíe algo para hablar que beneficiará a
todos y cada uno de nosotros insha’Allah Ar-Rahman.
El conocimiento no es cuanto sabes, sino cuanto tomas
del conocimiento que conoces y aplicas a tu vida. Eso es aquello a lo que tienes que
correr. Hay tantos que están leyendo y
escribiendo tantas cosas, se comen tantos libros, pero cuando miras a su modo
de vida, nada está cambiando. Eso no es conocimiento. No es un conocimiento que te va a dar un
beneficio [espiritual].
Puede que dé un beneficio a otra gente, de lo que tú
dices; ellos pueden tomar eso y pueden aplicarlo a sus vidas y pueden cambiar
su modo de vida, pero no es algo que te va a ayudar. Así que serás como una vela, conduciendo y dando
luz a todos, pero se está quemando a sí misma y está desapareciendo.
Así que su eres una vela, lo que significa eso es que
te has convertido en una individualidad, es decir, te has separado a ti mismo en
ese momento de la verdadera fuente de la que viene, te has desconectado a ti
mismo de esa verdadera fuente de luz de la que viene, y piensas que eres algo y
dices ‘tengo luz aquí’. Así es, tienes
algo con lo que te acabas de llenar, pero si no hay más energía que viene tras
eso, un día va a expirar, se va a acabar.
Y te vas a acabar a ti mismo.
El modo correcto (adab), nos enseña la tariqa, es que
digas, incluso si algo viene a ti de ti mismo, es que miras a tu corazón y
dices: ‘es algo que viene hacia mí y pido a mi shaykh poder hablar’, pero eso
tampoco es para cualquiera. Si hablas y
te diriges a la gente debes tener autoridad, permiso, permiso de dónde. ¿De la escuela wahabi o las universidades? Ése
es un conocimiento robado, uno que está en los libros lo que ellos te enseñan,
es del pasado, y en ese momento si no tienes la autoridad y el permiso para
hablar, el conocimiento que venga hacia a ti trata de aplicarlo a tu vida para
ver si te cambia o no pero no des veneno a los demás.
El Santo Profeta, alayhi salatu wa sallam (con él sea
la bendición y la paz de Allah) dijo: ‘Oh Ya Rabbi (Oh mi Señor) no me dejes librado
a mi propio ego ni por el tiempo que toma abrir y cerrar los ojos’.
Y pedimos: Oh Señor, no nos dejes librados a nuestros
egos, no nos dejes pensar que somos alguien.
Sin nuestro Shaykh, no podríamos decir siquiera dos
palabras seguidas. Eso es algo que
tenemos que saber. Si algo viene desde
nosotros, y te da algo de valor a ti y a mí, en realidad viene de nuestro
shaykh. Si no es algo bueno, o que tú
crees que no es algo bueno, viene de mi algo, así que discúlpame.
Pero primero tenemos que comprender que sí, estamos
vacíos. Cuando estamos vacíos, en ese
momento ellos pueden enviarnos algo.
Pero si decimos que conocemos algo, sólo estamos dando veneno a otras
personas.
Y cuando miramos a esto en el tiempo de los
Sahabi-e-Kiram [los Compañeros del Profeta, saaws], radiallahi ta’ala anhum
ajma’in, Ali, radiallahu anh, llegó a Basra.
La ciudad de Basra en ese momento estaba repleta de meZquitas y era uno
de los centros del conocimiento del Islam y habÍa muchos eruditos (‘ulama)
allí. Y en todos lados, cada uno de esos
eruditos hablaba a la gente, mezquitas, dergahs y otros lugares. Y la gente tomaba algo de eso. Y ‘Ali, radiallahi anh karamallahu wahju
viene, y se sienta en sus reuniones, observa, oculto, escucha un par de
palabras y se va. Y observó en cada lugar a la persona que estaba
hablando. Y no le dio permiso a nadie
para que hablara en Basra, más que a Hassan al Basri, radiallahu anh, y a otra
persona.
Todas estas personas que hablaban era tabi’in, no son
gente como la de hoy.
Son la gente que se sentó con los Sahabi-e-Kiram a
tomar conocimiento.
Y el Santo Profeta, alayhi salatu wa sallam, dijo: Mis
Sahabas [Compañeros] son como las estrellas en el cielo [para los navegantes de
mar]. Tomas conocimiento de cualquiera
de ellos, y puedes encontrar el camino.
Y cada uno de los Sahaba estaba en la estación de tener su propio
Madhhab, de enseñar a la gente lo que escucharon del Santo Profeta, alayhi
salatu wa sallam.
Pero ‘Ali radiallahu anhu observó y dijo: ya no hay
permiso para nadie ahora, excepto estas dos personas en la ciudad de
Basra. Algunos piensan que ‘Ali,
radiallahu anh prohibió hablar a todos los demás en todas las demás partes del
mundo. No. Dijo en la ciudad de Basra. Todos han venido aquí ahora, diciendo que
tienen conocimiento, y han empezado a hablar, y observo y no están envenenando
a la gente, les están dando algo de lo que escucharon de los Sahaba. Pero dijo que como ellos no lo habían tomado
para sí mismos al igual que una abeja, para digerirlo y después volverse a los
demás y dárselo para que trabaje, ahora eso se ha cerrado, dijo. Es pasar tu tiempo con algo vacío.
¿Dónde están ellos [en qué condición] y dónde estamos
nosotros?
Si eres capaz de comprender eso parte, serás capaz de
decir: Oh nosotros no conocemos nada, definitivamente. Debemos ser capaces de tener la balanza para medirnos
a nosotros mismos. Y, asimismo, si
alguien escucha esto y dice: Sí, yo sí conozco algo, y habla, ése es un
ignorante. Con ese conocimiento, sólo
puedes encontrar las puertas del Fuego.
Así es. Porque entonces no tienes
visión, tu visión está cerrada. Ya
Hu! Toma dos libros, toma varios
camellos y llénalos de libros si quieres.
‘Ali radiallahu anh nos dijo: Si escribiera libros
sobre la Surat al Fatiha, siete aleyas [versículos del Sagrado Corán], llenaría
setenta camellos con la carga de los libros y aún así no sería capaz de dar la
explicación completa de la Surat al Fatiha.
Nos dice, siete aleyas, y setenta camellos de carga de
libros. Y cuando lo tomas de su lenguaje,
estoy hablando del lenguaje árabe adecuado, para traducirlo al idioma inglés, o
al turco, o a cualquier otro, setenta camellos cargados de libros, o, también, para traducirlo al lenguaje árabe
de hoy …
[Sheykh Effendi sonríe y dice] Tantos árabes hoy en día dicen, conocemos el
idioma árabe, y lo primero que tenemos que hacer [les dicen a los demás] es
conocer el idioma árabe. Muchos shaykhs,
cuyo idioma materno es el inglés americano, pero a todo al que viene le dicen [imita
el tono severo]: Debes aprender el árabe.
La persona [a la que hablas, digamos] tiene 40 años de
edad. Ni siquiera ha aprendido a hablar
correctamente su propio idioma materno, y ahora va a correr a hablar el idioma
árabe y a volver todavía más orgulloso, sin aprender nada. Ningún conocimiento le va a llegar a ése.
Así que si tomas de ese tiempo, y traduces la carga de
libros de setenta camello que ‘Ali radiallahi anh decía, si los hubiera escrito
y los quieres mostrar, vamos a necesitar traducirlos al inglés de hoy, al turco
de hoy, al árabe de hoy, al urdu de hoy, a los idiomas del mundo islámico que
la gente habla, los libros de setenta camellos cargados se van a convertir,
déjenme ir aquí con algo sencillo, en siete mil camellos cargados con libro
¿no? Tiene que ser.
Ahhh. ¿Y? ¿Dónde está el conocimiento ahora? Surat al Fatiha. Siete aleyas.
Y las siete aleyas son el inicio y la apertura, dicen por eso que el
Fatiha es la apertura del Corán.
Así que tan pronto lo abres, empiezas a pensar, lees
el Fatiha, dices ‘wa lad dalin, amin’ y piensas ahora vamos a entrar en el
Quran alhamdulilah, eso [el Fatiha] está dentro del Qur’an pero es la apertura,
es un du’a [una súplica], el Fatiha es un du’a, una súplica, la gente suplica
con él. Bien, ahora vamos a entrar en la
Surat al Baqara, la Surah de la Vaca.
Allah, Allah. 200 y más aleyas. Y el principio de allí inicia: ´Bismillahi
Rahmani Rahim. Alif, Lam, Mim’. Ohh, y ahora te quedas parado. Antes de que entres a la Surah estás cerrado
con un candado. Pregúntale a los árabes,
diles: ¿qué significa eso hermano? ‘Alif,
Lam, Mim?´ ´Sí, eso, ¿qué es? ¿qué significa?’ ´Letras del alfabeto’ ‘Allah,
Allah. ¿Cómo que alfabeto’ ¿Acaso no
dice allí Bismilahi Rahmani Rahim Alhamdulillahi Rabbil alamin … para que
nosotros seamos capaces de leerlo y demás, pero y ¿Alif Lam Min?’ Es una llave, que ha cerrado toda la Surah.
Y si no nos detenemos a pensar y comprender esa parte
vamos a tomar sólo de la superficie, igual que los wahabis que toman hoy de
allí y dicen: ‘Lo sé todo’. Masha’Allah. ¿Así que ahora estás tomando el Qur’an muy a
la ligera eh? Masha’Allah a ti. Por eso es que tomas el Qur’an, por eso es
que ellos toman el Qur’an así y dicen: Lo leo, está bien, y si necesito dormir, lo utilizo como
almohada. Portan el libro y dicen, es
normal, cuando voy a dormir, lo pongo bajo mi cabeza como una almohada y si no
tengo un recipiente donde ponerlo lo pongo detrás de mi espalda …
¿Dónde está hoy el Islam? Se ha ido.
El nombre, sí, [queda] el nombre de Islam. ¿Lo dijo el Profeta? Así es, el Profeta,
alayhi salatu wa sallam, dijo: En Ahir Zaman [al final de los tiempos] va a
permanecer el nombre del Islam, se escuchará el sonido del Qur’an, y la
apariencia externa del os musulmanes estará allí, pero el Islam se habrá ido,
es decir, el modo de vida del Islam va a desaparecer.
¿Acaso eso no ha pasado eso hoy en día? No necesitas a nadie que te lo diga. A ustedes, o a esos que están escuchando
ahora con el video [de estas palabras].
Algunos se sientan detrás de las computadoras, ‘conociendo’ el mundo. Ha,
éste es el conocimiento.
Siéntate todo lo que quieras en tu paraíso de casa, en
el palacio de faraón que es tu cuarto, detrás de la puerta, cierra todas las
puertas, y frente a esa máquina dile al mundo: yo sé esto, yo sé aquello, pero
cuando sales, la mayoría lo saben, se van a la calle y en ese momento no puedes
siquiera decirle a la persona de al lado: hermano, ¿eres musulmán o cristiano?
¿te gustaría dar shahada?
[Sheykh Effendi sonríe] Masha’Allah ah. Le dan todo conocimiento al mundo entero,
pero a la persona que está sentada a su costado, que está quemándose a su lado,
no es capaz de decirle, no se atreve a decirle, no tiene el corazón para
decirle, no entiende para pensar ‘ésta
es la razón de mi creación también, conozco el Islam y el Islam es el mejor
modo de vida para la humanidad, así que le diré a esta persona, no me importa
si se va a molestar conmigo, no me importa si me va a insultar, o si se va a
parar e irse, mi deber es simplemente
darle una pista, ¿quién sabe y quizá funcione?’, y si empiezas a hacer una cosa
así te dicen: este tipo está loco, definitivamente está loco, debe
estarlo. Porque si te pones a pensarlo
mucho dices: cómo puede hablarle a esta persona, es un extraño.
Se está sentando a tu lado, Allah lo ha puesto a que
se siente a tu lado, ¿acaso eres capaz de decir: cómo estás hermano? O decirle ‘salamu
alaikum’
¿Cómo, pero si no es musulmán? Por supuesto que no, dile salam alaikum. Le enseño esto a todos lo que viajan conmigo, los que van a cierta
área, antes fulano de tal [menciona a un murid] era todo ohhhhh [seriedad y
seriedad] y le digo: ahora, diles salam
alaikum, y dicen [con una sonrisa]: As Salam Alaikum. O te miran así [como diciendo qué es eso] o
te responden. Y cada vez dicen salam
alaikum.
¿Qué es eso?
Una palabra del Santo Profeta, alayhi salatu wa
sallam. ‘Esparzan el salam’. Y cuando esparzan el salam, en ese momento,
no eres tú el que va a trabajar, Allah va a hacer cosas a través de esa
palabra.
Pero la gente de hoy ni siquiera quiere que se les
conozca. Cuando vas a su lado, en las
mezquitas, hablan tantas cosas, pero cuando van a sus trabajos y hay otros
americanos que están a su alrededor, les dices: as salam alaikum hermano, y no
te escucha, está ocupado, porque no quiere que se conozca entre esa gente que
él es musulmán.
Ahh, esto es lo que ocurre.
Dime que no. Y
si lo haces, tengo pruebas, puedo llevarte a donde quieras, en tu propia área,
en tu propia casa si quieres, para mostrarte cómo es Islam, y dónde estamos
nosotros.
Así que hay una cosa que debemos saber: así es, somos
muy ignorantes, somos muy arrogantes, somos muy egoístas, nos volvimos así en
este siglo. No estamos contentos. No hallamos contentamiento, porque la
felicidad viene cuando compartes, no cuando tomas para ti, cuando algo se te da
y empiezas a compartirlo con otros, en ese momento Allah te envía felicidad a
ti. Y siempre estarás contento.
Si la persona que toma de ti no está contenta, le dirás a tu corazón: hice mi mejor
esfuerzo. Algunos están a la espera de que
venga Azrael [el ángel de la muerte]; no importa, porque ahora tú vives por la
causa de Allah.
*******
Fragmento inicial de un sohbet de Sheykh Abdul Kerim Kibri, del 13 de Saban de 1428 (ahosto de 2007).