Salatul fatih

Salatul fatih
Oh Allah bendice a nuestro Maestro Muḥammad, el que abre lo que está cerrado y sella lo que le ha precedido, aquel que hace triunfar a la Verdad por la Verdad, el guía hacia el camino recto, y a su familia, conforme a lo que merece su categoría y su inmenso alcance

jueves, 15 de septiembre de 2011

El calvo, el leproso y el ciego





Enseñanzas de nuestro Amado Profeta (asws): 

Narró Abu Huraira, que Allah esté complacido con él, que oyó decir al Mensa­jero de Allah, Que Allah le bendi­ga y le dé paz:

"Quiso Allah poner a prueba a tres de la tribu de Israel, un calvo, un leproso y un ciego. Les envió a un ángel que le preguntó al lepro­so: ‘¿Qué es lo que más te gustaría?’

Dijo: ‘Un buen color, una buena piel y que desapareciera aquello que hace sentir a la gente asco por mi.’ Entonces lo frotó y Allah le dio la cura. 

Después le di­jo: ‘¿Qué riqueza desearías?’ 

Dijo: ‘La de los camellos.’ 

Así que recibió una camella preñada y bendiciones por ella. 

 Después fue al calvo y le dijo: ‘¿Qué es lo que más te gustaría? 

Y contestó: ‘Un buen pelo y que desa­pareciera aquello que hace sentir a la gente asco por mí.’ Así pues, lo frotó y le desapareció la calvicie. 

Recibió un buen pelo y des­pués le dijo: ‘¿Qué riqueza desearías?’ Dijo: ‘Las vacas.’ Y le dio una buena vaca preñada, dándole al mismo tiempo las bendi­ciones por ella. 

Después fue al ciego y le preguntó lo mismo: ‘¿Qué es lo que más te gustaría? 

Contestó: ‘Que Allah me devolviera la vis­ta de forma que pudiera ver a la gente.’ Así que lo frotó y Allah le devolvió la vista. 

Después le pre­guntó: ‘¿Qué riqueza desearías?’ Dijo: ‘Los corderos.’ Así que recibió una buena oveja con una cría recién parida. 

Se multi­plicaron los ga­nados. Y uno llegó a tener una manada de ca­me­llos, otro de va­cas y el otro un rebaño de corderos. 

Después fue de nuevo al le­proso con una imagen y aspecto nue­vo y le dijo: ‘Soy un pobre hombre y se me ha acabado todo lo que tenía en el viaje. Así que no me queda otro remedio que recurrir hoy, primero a Allah y después a ti. Te pido por aquel que te ha dado un buen color, la nueva piel y la rique­za, un camello como provisión para el viaje.’ 

Y le contestó: ‘¡Mis gastos son demasiados!’ 

Y le dijo: ‘Creo que te conozco. ¿Tú no eras leproso y la gente tenía asco y después Allah te dio todo?’ 

Y le contestó: ‘Toda esta riqueza la he heredado de mi padre que la había here­dado de mi abuelo.’ 

Y dijo: ‘Si estás mintiendo, que Allah te convierta en lo que eras antes.’ 

Después fue al tiñoso con un nuevo as­pecto y le dijo lo mismo que le había dicho al anterior. Y le contestó lo mismo que le había contesta­do el anterior. Y le dijo: ‘Si estás mintiendo que Allah te convierta en lo que eras antes.’

Después fue al ciego con su nuevo aspec­to y le dijo: ‘Soy un pobre hombre y viajero y se me ha terminado lo que tenía para el via­je. Así que no tengo más remedio que recu­rrir hoy, primero a Allah y después a ti. Te pido pues, por aquel que te ha devuelto la vista, una oveja que me sir­va de provisión para el viaje.’ Y le contestó:

‘Verdaderamente estuve ciego y Allah me devol­vió la vista. Coge pues lo que quie­ras y deja lo que quieras. Y por Allah que no voy a afligirte hoy, sólo porque cojas algo por Allah, Poderoso y Sublime.’ 

Y le dijo: ‘Coge lo que te pertenece pues habéis sido proba­dos por Allah y Él se ha com­placido contigo. Sin embargo, se ha enojado con tus dos compañeros’." 

Lo relataron Al Bujari y Muslim.



Agradecemos a nuestros hermanos de la dergah osmanli nakshibendi en Argentina por llamarnos la atención sobre este texto.

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