En el siglo XXI, en Occidente, vivir ‘Islam’ en internet y vivir 'Islam' solo/sola en casa, especialmente para los conversos, en medio de una ciudad enorme, sin familiares musulmanes en casa, o esposo(a) musulmán(a), y existiendo musulmanes a quienes visitar en la ciudad, ese 'Islam' virtual y solitario … simplemente, no funciona.
El Islam de los foros interminables de internet, el Islam de facebook y twitter solamente, el Islam de 'shaykh' Google son sólo expresión del caos y la pobreza espiritual de nuestra época, la época del solipsimo o la soledad, que mata a todo lo que es vivo y poderoso, reemplazándolo con sombras y engaños shaytanicos bajo nombres nobles y una infinita tendencia a la autocomplacencia.
ESO, el 'musulmán internauta', el E-Islam, es un engaño a uno(a) mismo(a). Así no es nuestro asunto. Eso NO es lo que nos trajo el Profeta (saaws).
Islam se vive en Yamah, en comunidad, aunque sea un grupo de a dos, y aunque la reunión sea sólo una vez por semana. Y se aprende cara a cara, con alguien que enseña, a quien conoces y en quien sabes si puedes o no confiar.
Sohbet (enseñanza viva) y Yamah (comunidad): El Camino que transforma realmente nuestros corazones. Las llaves del Islam, tal como señalaba ya siglos atrás Shah Bahauddin Naqshband (qs).
Excepciones hay, como en toda regla (algunos murids reciben transmisión en circunstancias muy particulares, pero aún así no dejan de buscar el yumuah en la comunidad general, por lo menos, o siquiera hacer esfuerzos -esfuerzo, dícese de algo en que realmente ponemos fuerza- en otro sentido). Pero la naturaleza de una excepción es ser muy poco frecuente, transitoria, y algo que se nos impone forzosa e irresistiblemente.
Pero cuánto y cuán rápidamente corremos a decirnos a nosotros mismos: ¡yo soy la excepción!
Y hacemos de la excepción la regla y de la regla, una rareza molesta o cuando menos ... 'impracticable'.
Hay quien en un momento de lucidez espiritual entra, mediante la shahadah, en el Islam; para a continuación enterrar el regalo que ha recibido en la navegación, o más bien el adormecimiento y ahogamiento, en el E-Islam.
E-Islam.
'¿Comunidad? ¿Qué es eso? Seguro deben ser los chats'.
E-Islam.
'¿Un shaykh? ¿alquien que me enseñe? O sí, tengo muchos contactos en mis redes de E-amistad'.
Hasha astaghfirullah.
Islam solía ser, y ES, una fuerza imparable que se derrama de adentro hacia afuera, genera hogares, comunidades, culturas, imperios.
Hoy en día se propagan las redes silenciosas de la navegación solitaria 'e-slámica', y, de la mano de ello, las conquistas culturales y los logros familiares y las pruebas de la vida real, el abrazo, la cena, la alegría compartidas en comunidad, pasan a ser el video de youtube, o el audio colgado en algún portal.
A este ritmo, y con la ignorancia del siglo XXI, no estamos seguramente lejos de que haya un E-yumuah o, también, como ya ocurre, en los hechos, en hogares de Medio Oriente, video-tarawih.
¿Por qué pues hay páginas web o blogs islámicos -como éste-?
Para tender un puente hacia la vivencia, hacia una comunidad real. Sólo ése podría ser su único propósito.
¿Qué valor hay en poner las palabras de un Maestro en internet? Llamar a la interioridad y, también, a empezar a desintoxicarse de internet, a buscar un contacto en la vida fuera de la pantalla que concretice lo que se nos ha mostrado (por ejemplo, a través del bayat, el yumuah, el dhikr en grupo, las amistades reales de gente que se visita).
Las palabras que se ponen, asimismo, por poco que se escuchen con atención, invitarán a rechazar en primer lugar en nosotros mismos el abuso, la inhumanidad, la frialdad, de la tecnología y la pantalla ... si se escucha con atención esas palabras, claro, y no como quien salta entre ellas al igual que en el zapping del cable 'para matar el tiempo'.
Pero fatalmente, en muchos casos, a pesar de estar ubicados en la misma ciudad, o a apenas alguna llamada de teléfono de distancia, el e-musulmán se contenta con la pantalla. En realidad, es un medio para seguir amaándose sólo a sí mismo.
Enseña Sheykh Abdul Kerim que en nuestro camino, en esta época, hay dos grandes medios que usa con enorme éxito el shaytan contra nosotros mismos: la televisión y el internet.
El Islam transforma a la persona, nos cambia, nos confronta, nos une, nos hace fuertes, nos impulsa en colectividad hacia adelante.
E-Islam, sencillamente, no es Islam.
Y la vida del 'solo-internauta' es la prueba más contundente. La Sunnah en nuestras vidas o está presente (o al menos está creciendo firmemente) ... o simplemente no está, más que en una pantalla, ah, y en una foto nuestra para un chat. Pero tras desconectarnos, al regresar a la vida real, todo sigue igual.
Así no es como debe ser nuestro asunto. Pero ¿quién busca realmente aquello que es?
Hoy en día, hay demasiada indolencia en nosotros mismos como para que siquiera pensemos: realmente necesito dar un paso adelante, una yamah, alguien a quien conozca, en quien pueda confiar, y que me enseñe cómo ha sido desde siempre este asunto.
No es tan misterioso, es VIDA poderosa.
Pero la indolencia y la pereza espiritual de esta época, ésas sí son todo un misterio.
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As salamu alaykum!
ResponderBorrarCoincido con todo lo que dices, alhamdulillah. Yo estoy solo viviendo en uno de los pocos países donde no hay ni siquiera una mezquita, y donde el Islam es entendido (o mejor dicho, desentendido) como algo ligado a la inmigración de la mano de obra bosnia.
No conozco a ningún converso aquí, donde vivo hace 5 años. Hago dhikr y salat sólo en mi casa, y a veces tengo inconvenientes par ayunar. Pero Alhamdulilah, Allah sabe más, y desde que tomé Bayat soy una persona mucho más tranquila y feliz, así que no tengo de qué quejarme.
Muy bueno el blog, felicitaciones!
Wa salaam,