Salatul fatih

Salatul fatih
Oh Allah bendice a nuestro Maestro Muḥammad, el que abre lo que está cerrado y sella lo que le ha precedido, aquel que hace triunfar a la Verdad por la Verdad, el guía hacia el camino recto, y a su familia, conforme a lo que merece su categoría y su inmenso alcance

martes, 17 de agosto de 2010

Algunos Milagros del Mensajero de Allah - 2



EN RELACIÓN AL SUSTENTO


Anas Ibn Malik, relata que Abu Talha, al ver a Muhammad el Enviado de Dios, las bendiciones y la paz (BP) de Dios sean con él, que tenía hambre, lo invitó a comer. El Mensajero (BP) llegó con una gran multitud. Abu Talha sólo tenía una rebanada de pan de centeno en casa. Umm Sulaym, la esposa de Abu Talha, untó mantequilla en la rebanada de pan.

El Mensajero de Dios (BP) rezó por la abundancia, y como no había suficiente espacio para toda la gente, comieron del pan en grupos de diez en diez y todos se marcharon satisfechos. Aproximadamente había 80 personas. (1)

Otro ejemplo es el que nos relata Abd al Rahman Ibn Abi Bakr.

30 personas se encontraban en compañía del Mensajero de Dios (BP) durante una expedición. El Mensajero (BP) les preguntó si tenían algo que comer. Uno de ellos tenía uno o dos sacos de harina. Se preparó para hacer pan y se compró un borrego a un politeísta que pasó por ahí. Asaron el hígado del borrego, el cual, el Mensajero (BP) lo dividió entre los presentes, dando a cada uno de ellos una porción, y colocó a un lado la porción que correspondía a los que no estaban presentes en ese momento.

Cocinaron la carne en dos contenedores y todos comieron de eso. Al terminar de comer, todos estaban satisfechos, la carne se encontraba como si nadie hubiera comido de ella. (2)


EN RELACIÓN A CURACIONES
 
 
Libros de narraciones auténticas, incluyendo principalmente los Sahih al Bukhari y Sahih al-Muslim nos narraron:

Durante la batalla de Khaybar, el Mensajero de Dios, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, preguntó dónde se encontraba Alí. Los acompañantes respondieron: "Está sufriendo de dolor de ojos". Mandó por él. Alí arribó y el Mensajero (BP) le aplicó saliva curativa.

En el mismo momento el dolor cesó y los ojos de Alí se mejoraron más que como estaban originalmente. (3)

Un día, un hombre ciego se acercó al Santo Profeta (BP) y le dijo: –¡Oh, Mensajero de Dios! Pide a Dios que me dé bienestar.

"¿Quieres que en este momento suplique por ti?, pero es mejor en caso de que estés de acuerdo, que lo haga más tarde" –propuso el Profeta (BP) (refiriéndose al Día del Juicio).  –Por favor, ahora mismo– contestó suplicante el hombre ciego.

El Mensajero de Dios (BP) le ordenó que cuidadosamente realizase una ablución, seguida de una oración de dos ciclos y tras ello dijese la siguiente súplica:

"¡Oh, mi Creador y Protector! Te ruego que por medio de Muhammad (BP), el benévolo Profeta, me permitas acercarme a Ti. ¡Oh, Muhammad (BP)! ¡Por medio de ti me acerco a Allah para que atienda a mis súplicas. ¡Oh, Dios mío!, acepta a Muhammad (BP) como mi intercesor".

El hombre hizo lo que el Mensajero le comandó y su vista fue restaurada. (4)


EN RELACIÓN A LOS ANIMALES
 
 
El reino animal reconoció al Mensajero de Dios, la paz y las bendiciones sea con él, y se presentaron varios milagros. Existen muchos ejemplos por lo que solo se mencionarán algunos ejemplos que son los más conocidos y los mas aceptados.
 
Jabir relata:

Me encontraba con el Mensajero de Dios (BP) en una campaña. Mi camello se cansó y se quedó muy atrás el Mensajero de Dios lo animo suavemente. Con esto mi camello se hizo tan rápido, que hasta le tuve que jalar las riendas para disminuir su velocidad y así poder escuchar al Mensajero, pero no pude. (5)

Anas Ibn Malik reporta:

Una mujer judía, después de la conquista de Khaybar, le ofreció una oveja rostizada al Mensajero de Dios. El Mensajero de Dios, la paz y las bendiciones de Dios sean sobre él, comió solo una porción y dejó de comer para decir: Esta oveja nos dice que está envenenada. Después se volvió hacia la mujer y le preguntó que por qué le había ofrecido una oveja envenenada. La mujer le respondió que quería matarlo; entonces, el Mensajero (BP), le respondió: "Dios no permitirá que me ataques ni que me molestes. " (6)

A´isha reporta:

Teníamos en la casa un tipo de pichón que cuando el Mensajero de Dios, la paz y las bendiciones de Dios sean sobre él, se encontraba en nuestra casa se quedaba muy quieto pero en cuanto salía de la casa el Mensajero de Dios comenzaba otra vez a hacer ruido y a moverse hacia atrás y hacia adelante. (7)

Anas ibn malik relata:

El Mensajero de Dios, la paz y las bendiciones de Dios sean sobre él, era el más generoso, el más valiente y el más atractivo de entre la gente. Una noche unas personas en Medina escucharon algunas voces y fueron a investigar su procedencia con miedo. En el camino, vieron a un hombre que se acercaba hacia ellos, parecería ser el Mensajero de Dios, la paz y las bendiciones, Les dijo: " No hay nada por lo que tengan que alarmarse. " Antes que nadie, el Mensajero había montado el caballo de Abu Talha y había investigado. Volteó hacia Abu Talha y dijo: " encontré tu caballo rápido y cómodo". Este caballo era muy lento y a partir de esa noche se volvió tan rápido, que ninguno podía competir con él. (8)


 
Allahumma salli 'ala Muhammad wa 'ala ali muhammadin wa sallim
 
Oh Allah, concede tu bendición y tu paz a Muhammad y a la familia de Muhammad
 
 
Vínculo relacionado:
 
Algunos Milagros del Mensajero de Allah - 1
 
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NOTAS DEL TEXTO:
 
(1) Bukhari, Ayman, 22; Muslim, Ashriba, 142.
 
(2) Bukhari, At‘ima, 6; Muslim, Ashriba, 175.
 
(3) Bukhari, Fada’l al-Sahaba, 9; Muslim, Fada’il al-Sahaba, 34.
 
(4) Musnad, Ahmad Ibn Hanbal, t. 4, p.138, narraciones de ‘Uzman Ibn Hanîf; Mustadrak, Hâkim, t. I, en el libro Salawat at-Tatâwwu‘, impr. en Beirut, p.313; Sunan, Ibn Mâyah, t.I, p.441, ed. por Dârâ Îhiâ’ ul-Kitâb ul-‘Arabiiah "At-Tây", t. I, p.286; Ay-Jâmi‘ as-Saghîr, del Imam Jalaludin as Suyuti, p.59; At-Tawassul wal Wasillah, Ibn Taimiyah, p. 98 ed. en Beirut.
 
(5) Bukhari, Nikah, 10.22.
 
(6) Muslim, Salam, 45; Abu Dawud, Diyat, 6.
 
(7) I. Hanbal, Musnad, 4.112.
 
(8)  Bukhari, Adab, 39; Muslim, Fada’il, 48; I. Hanbal, 3.147.
 
 

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