Enseñanzas acerca de nuestro ser real, los tesoros divinos y la purificación. De discursos de Mawlana Shaykh Nazim al Haqqani.
Nosotros todavía estamos, en nuestra originalidad, en la Realidad, en la Divina Presencia. Sin movernos de allí, no hay movimiento fuera del tiempo y del espacio. Estamos adorando continuamente, siempre al servicio en la Divina Presencia. En esta vida, aquí, solo hay un rayo de ese 'Sol' intemporal para nosotros. Estamos aquí sólo por un corto tiempo.
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Tenemos un secreto detrás de los secretos detrás de los secretos detrás de los secretos detrás de los secretos. Todos esos secretos se hallan ocultos para que los encuentres, y si embargo mientras tanto estás perdiendo tu tiempo, tu vida y tu edad con acciones absurdas. Como primer paso, miras en un espejo, y todos tienen espejos. El espejo será como aquel al que estás habituado. Éste es un espejo imitado. Hay otro espejo, un espejo Real. Todos nosotros tenemos tantos espejos imitados en nuestras casas. Cuando miras a tu rostro en estos espejos imitados, te muestran tu cuerpo físico. Cuando mejoras, como consecuencia de los Mensajes enviados desde el Cielo, se abrirán para ti secretos ocultos. Como primer paso, cuando ves en el Espejo verdadero, debes asustarte porque ese espejo te va a mostrar tu esqueleto. Éste es el principio de la mejora en los caminos sufis. Necesitamos un espejo verdadero al cual mirar. Es en un espejo verdadero de ese tipo en el cual puedes mirar y ver tu Verdadero tú.
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Ustedes aún no conocen acerca de ustedes mismos. Cuando te miras a ti mismo, puedes ir comprendiendo acerca de ti mismo paso a paso. Pero estamos ocupados con toda clase de cosas alrededor nuestro. Miramos afuera; no dentro nuestro. En tanto mires afuera, ignoras tu ser. Si puedes ver hacia ti mismo, encontrarás algo más. Miras a tu foto o te miras en el espejo y ves la visión externa de ti, pero debes pensar que se te han dado divinos secretos. El universo que se te ha dado dentro de ti es como una muy pequeña gota en un océano.
Hay cinco tesoros secretos escondidos en tu corazón. El corazón no es ese pedazo de carne en ti mismo. Ése es el corazón del cuerpo. Tienes algo más dentro de ti. Es tu personalidad en la Presencia Divina. Se te han concedido cinco tesoros, cinco universos. Cada uno es más amplio y más profundo que el anterior. El más profundo de todos, el que no tiene límites, es el Trono de tu Señor. Es el Trono de tu Señor porque nada puede contener a tu Señor. Es imposible. Ni el mundo ni los Cielos pueden contener a tu Señor el Todopoderoso, sólo tu corazón, sólo los corazones de los hijos de Adán lo contienen. Esto significa que no hay límite en tu corazón.
Cuando sabes acerca de ti mismo, vas a conocer asimismo acerca de todos los demás. Cuando estás complacido contigo mismo, al mismo tiempo vas a estar complacido con todos los demás. Cuando tu verdadera personalidad aparece, cuidarás de respetarte a ti mismo. Se nos ha ordenado respetarnos a nosotros mismos porque hemos sido honrados con honores divinos.
Por tanto, debes respetarte a ti mismo. ¿Cómo puedes respetarte a ti mismo? Decimos: ‘Atestiguamos que no hay más dios que Dios y que Muhammad es el Siervo y Mensajero de Dios’ " (ash-shadu an la ilaha ill-Allah wa ash-shadu anna Muhammadan 'abduhu wa rasuluhu).
Entonces, cuando alguien se respeta a sí mismo, va a respetar a todos los demás. Eso hace que nuestro Señor esté complacido con nosotros. Si guardas respeto (a los demás), todos deben también guardarte respeto. Y si todos te respetan, vas a respetarlos también. Entonces todos los problemas encontrarán solución entre la gente. Todos estarán en sí mismos satisfechos.
Una hermana me preguntaba hoy día: "¿Si encaramos a un tirano, que hace muchas crueldades, ¿qué vamos a hacer? " Sí, si te encaras con Faraón, y puedes encontrar tantos faraones en nuestra época, quiero decir, tiranos, porque nuestra época es el período de los tiranos, y los tiranos son peores que los dictadores. Los tiranos son como Nerón. Él ordenó quemar Roma para que pueda verla quemándose y complacerse en ello. El Profeta (saaws) describió nuestra época como la época de los tiranos, no dictadores, sino tiranos como Nerón, al decir: "Tiranos. Después de la monarquía vendrán los tiranos " (Jababirah. Wa mirl ba'd al-muluk al-jababimttm). Esa gente ha caído en la suciedad y mientras prosigan sus malas acciones, deben estar en la suciedad. Dios Todopoderoso creó siete infiernos para purificar toda impureza que viene sobre los hijos de Adán. Esa limpieza, esa purificación, puede ser durante esta vida. Dios el Todopoderoso purifica a sus siervos con toda clase de medios, con todo sufrimiento, toda miseria, todo problema, los purifica. Después, si eso no es suficiente para ellos, habrá una purificación posterior en la tumba. Si eso no es suficiente, será en el Día de la Resurrección. Si eso aún no es suficiente, irán al infierno a ser purificados. Y si todo está bien, pueden salir de allí. Si no es suficiente, pueden permanecer allí más y más y más, hasta toda la eternidad. En cuanto a la eternidad, Dios conoce acerca de la gente del infierno. Cuando Dios el Todopoderoso lo ordena, la purificación acaba. Nadie puede objetar esto.
Hoy en día, en nuestros países todas las noches hay anuncios de detergentes. Lo miro todas las noches. ‘Éste de aquí es el mejor’. ‘Ése de allí es el major, déjà las ropas sucias muy limpias’. Sí, hay grandes máquinas en el fuego del infierno para hacerte limpio, muy puro. Por tanto, puedes hacer lo que sea. Eres libre. Pero debes saber que en algún momento se te va a tomar. Nadie puede escapar. Todos deben ir a esa puerta para pasar a través de ella.
Por tanto, el que ha recibido sabiduría mira a la gente y los respeta y siente pena por ellos, porque necesitan purificación. Siente respeto y compasión hacia todos, en particular hacia los pecadores. Pero los ojos del conocimiento, sin embargo, los miran de una manera distinta. Los maldicen (los acusan) y si pueden vengarse (cobrarse el daño), lo hacen.
En consecuencia, la sabiduría se preocupa más respecto a todos y quiere poner a todos bajo Océanos de Misericordia, mientras que los ojos del conocimiento los observa como pecadores y desea castigarlos. El castigo divino es también una misericordia para los pecadores, para limpiarlos y purificarlos. Por tanto, el Islam, la fe verdadera, mira a todas las personas y las mira como criaturas honorables y respetables y como candidatos a ser viceregentes (khalifas) de Dios el Todopoderoso. Si son limpios, seres humanos puros, entonces Dios el Todopoderoso los corona con coronas divinas, y nadie más que los hijos de Adán han recibido ese honor.
Debes respetarte a ti mismo y respetar a todos. No digas: "Ése es un pecador, es un incrédulo, ése es cristiano, ese otro es un judío, ése un budista, éste otra cosa." Sus acciones pueden ser de toda clase pero han sido honrados y su Señor quiere purificarlos. Dios el Todopoderoso jamás déja a sus siervos permanentemente en las manos del Shaytan (el demonio). Haqq, la Verdad, va a destruir el reino del Shaytan. Debe ser destruido, debe acabarse, debe desvanecerse.
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