En el Nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo |
EL ARCÁNGEL
Y le
pregunté, que Dios esté complacido con él, acerca del abrazo de Yibríl [el Arcángel
Gabriel] al Profeta [Muhammad], la bendición y la paz de Dios sean sobre él, por
tres veces, cuando Yibríl fue donde él a decirle: 'Recita en el nombre de tu
Señor' (Sagrado Corán 96,1) [es decir, al inicio de la Revelación del Corán] (1). Y el Profeta, la bendición y la paz de Dios
sean sobre él, respondió: ‘No soy capaz de recitar’. Y Yibríl abrazó al Profeta con toda su
fuerza.
Él
respondió, que Dios esté complacido con él:
'El
primer abrazo fue a fin de llevarlo ante Dios, glorificado y exaltado Sea, y
obtener el contentamiento eterno de Dios con él [con Yibríl], tras el cual no
hay Cólera [Divina].
El
segundo abrazo fue para que él, es decir Yibríl, pudiera ser incluido en la
dignidad del Profeta, la bendición y la paz de Dios sean sobre él y encontrar
refugio en su noble protección.
Y el
tercer abrazo fue para que él, es decir, Yibríl, perteneciera a la noble
comunidad del Profeta’.
Y
añadió, que Dios esté complacido con él:
'Y las
palabras de Yibríl, la paz sea sobre él, al Profeta: "¡Recita!", significan:
"Transmite lo increado (qadīm) por medio de lo contingente (hādith)."
Y entonces todo el Qur’an fue
enviado al Profeta, la bendición y la paz de Dios sean sobre él, en ese lugar (2).
Y éste es el significado de las palabras de Dios el Sublime: "El mes de Ramadán, cuando el Qur’an fue
hecho descender como guía para la gente y con signos claros de guía y
discernimiento" (Sagrado Corán, 2-185).'
Y prosiguió:
'Ciertamente,
Yibríl le pidió transmitir los significados increados y la palabra pre-eterna
especialmente dirigida a él en ese momento, las bendiciones y la paz sea sobre
él.
Y el
Profeta, las bendiciones y la paz de Dios sean sobre él, le respondió: "No soy capaz de recitar", es decir,
no soy capaz de impartir la palabra increada y el habla pre-eterna con esa
lengua contingente. Yibríl entonces le
enseñó cómo impartirla con la lengua contingente. Por esta razón, el Profeta, la bendición y la
paz de Dios sean sobre él, le amaba encarecidamente.'
Después
el Shaykh habló sobre este tema tales asuntos que deslumbran nuestra mente, que
Dios esté complacido con él, y prosiguió hablando casi por un día entero. Lo que dijo contenía secretos que no está
permitido escribir. ¡Pero Dios sabe más!
Narración
de las sabidurías, anécdotas y relatos de sidi Ahmad al Lamati, ‘alim marroquí
de profusa y reconocida erudición en su época en las ciencias islámicas, con su
Shaykh, el extraordinario y noble wali ummi, iletrado, Shaykh
Abdalaziz ad Dabbagh (qs). Del libro
Kitab al Ibriz (1717).
NOTAS
(1) Este
acontecimiento se ubica al inicio mismo de la Revelación del Sagrado Corán,
cuando se le comunica por primera vez a Sayyidina wa Maulana Muhammad,
sallallahu alayhi wa sallam, que él es en adelante Mensajero de Dios.
(2) El
Sagrado Corán es Kalam, Palabra Eterna increada, de Dios. A lo que se hace referencia aquí es al
descenso de la misma como tal al Mensajero de Dios, sallallahu alayhi wa
sallam. En cuanto a su reflejo
divinamente elegido y señalado en el árabe, como ropaje de lengua sagrada, el
Sagrado Corán fue descendiendo en su manifestación así envuelta a lo largo de
23 años, descendiendo las primeras aleyas, los primeros versículos, con ocasión
del incidente que se narra.
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