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En el Nombre de Allah,
el Misericordioso, el Compasivo |
La Paz
En el Nombre de Allah, el Más
Misericordioso, el Más Compasivo
Alabamos al Señor de los Cielos, el Señor de los hijos
de Adán, el Señor de Adán, el Señor de Noé, el Señor de Abraham, el Señor de
Moisés, el Señor de Jesucristo, el Señor de Buddha. Que la paz sea sobre todos ellos. Él es Allah, el Todopoderoso, Aquél que puede
hacer lo que sea. No hay nadie como
Él. Todo el poder está en Sus
manos. Él puede crear billones de
universos como éste en menos de un solo momento. También es capaz de retirar todos los
universos en menos de un solo momento.
El creó al hombre, le dio honor al hombre.
La estructura física del hombre es nada, es menos que
un átomo. Pero nuestra fuerza dentro de
nuestro universo es que el Señor Todopoderoso nos dio algo de Su Divina Luz, de
modo que podamos comprender que sólo somos Sus siervos. Todos los Mensajeros tuvieron la única misión
de llamarnos de regreso a Su Divina Presencia.
Antes de que nos creara, el Señor creó los mundos, los Cielos y los
ángeles. Después quiso crear una criatura
que sea Su Representante, una criatura que sea capaz de comprender la Sabiduría
Divina y ser su siervo sincero. De modo
que creó la humanidad.
Los ángeles
objetaron contra esto. Dijeron: “Oh
Señor nuestro, Te hemos estado adorando y alabando por tan largo tiempo. Somos tus siervos. ¿Por qué estás creando unas nuevas criaturas
que lucharán unas contra otras? Se
envidiarán entre sí y se matarán entre sí.
Se odiarán entre sí y cometerán todo posible mal. ¿Por qué los estás creando?”
El Señor respondió: “Sé lo que He creado, ¡no pongan
objeciones a lo que hago!” Los ángeles
sabían lo que haría la humanidad, pero Allah nos eligió para ser Sus
Representantes, ser lo más poderoso en el universo. Uno solo de nosotros es más valioso que todo
el universo, porque a cada uno de nosotros se nos ha concedido una parte de Su
Divino Espíritu. A causa de ello, somos
más valiosos que cualquier otra criatura.
Nuestro cuerpo físico ha sido creado a partir de la tierra, pero nuestro
cuerpo espiritual proviene del Cielo.
La humanidad tiene dos personalidades dentro de sí,
una que empuja hacia la oscuridad, la otra hacia la luz. Éste es el conflicto de nuestro ser físico y
nuestro ser espiritual. Todo el que sea
capaz de controlar su deseo físico mediante su poder espiritual, puede
conseguir la armonía en sí mismo. Sin
ese control no puede haber armonía, y sin armonía no puede haber paz. Si la gente no establece su propia paz
individual, la paz común es imposible.
Todos deben encontrar en primer lugar su propia paz.
Hay tantos métodos para llegar a esa paz
dentro de nosotros mismos, métodos que han sido usados por los Santos Profetas
y la Gente Santa y que aún hoy en día funcionan plenamente. Todo el que esté interesado en la paz y la
armonía puede seguir cualquier escuela de estos métodos, que han sido
transmitidos de los Cielos a la tierra.
Las palomas piden paz, pero las águilas y los halcones
no. ¿Qué podemos hacer?
¿Podemos defender la paz con palomas? ¡No!
Por tanto, debemos ser realistas y no vivir en ilusiones. Debemos intentar ser valientes y ver las
realidades.
Si no eres capaz de traer halcones blancos como
defensores de la paz, no puedes hacer nada.
La paz y la guerra requieren el apoyo del poder. Sin poder no puedes luchar y no puedes tener
paz. Ustedes están tratando de conseguir
paz sin usar poder.
De acuerdo a las Mandatos de los Cielos, se nos ha
ordenado establecer la paz en la tierra.
Por tanto, debemos intentar establecer un Reino Divino sobre la tierra
venciendo al mal y los malhechores.
Mientras las puertas del mal estén abiertas, es difícil llegar a la paz,
incluso a la paz individual.
Necesitamos la paz dentro de nosotros mismos, pero
cuando vemos algo [una maldad], esto quita la paz de nuestros corazones. Cuando escuchamos algo, esto quita la paz de
nuestro corazón. De modo que si no
intentamos establecer el Reino de los Cielos destruyendo el reino del demonio
no hay mucha esperanza de que podamos conseguir la paz.
Ustedes piden paz. ¡Felicidades!
¡Necesitan poder para hacer eso! ¡Retiren a los demonios! Si vinieran dos terroristas cruzando a través
de esa puerta con armas de fuego, nuestra conferencia sobre la paz se
destruiría.
Pido al Señor que les dé Poder Divino, de modo que
cuando los malvados les miren, se escapen.
Sohbet de Maulana Shaykh Nazim al Haqqani
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Halcón blanco, León de Allah,
Sayyid Sheykh Abdul Kerim Effendi Hz. |